Los tiroteos y ataques con explosivos en manos de los grupos criminales que vienen golpeando a las ciudades más grandes de Suecia se extendieron a las afueras y a los pueblos más tranquilos del país.
El avance del delito destrozó la reputación de una nación que era considerada segura y pacífica.
A media hora del centro de Estocolmo se encuentra la localidad de Upplands-Bro, un lugar que cuenta con clubes náuticos junto al lago, pueblos hechos en madera de color rojizo y apartamentos rodeados de pinos y píceas.
Pero en agosto pasado, apareció muerto en un bosque un chico de 14 años. Desde enero, se produjeron varios tiroteos y ataques con explosivos contra algunas casas y apartamentos de la zona.
«Es horrible. Nos despertaron las explosiones. Da miedo», dijo Anna Petterson, de 42 años, que vive en Bro y tiene tres hijos. «Es algo de lo que estamos conscientes, de lo que hablamos mucho. Tenemos miedo».
(Fuente: bbc)