Edem Wosornu, director de Operaciones y Promoción de la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), alertó sobre la rápida y severa deterioración de la «inseguridad alimentaria» en Sudán, resultado de 11 meses de conflicto continuo.
En medio de la devastación y el sufrimiento, Sudán enfrenta una de las peores crisis humanitarias de la historia reciente. Organizaciones internacionales encendió las alarmas sobre la situación crítica que vive la nación africana, donde millones de personas están al borde de la hambruna y la desesperación. Resultado del conflicto entre el Ejército sudanés y las fuerzas paramilitares que desencadeno una serie de eventos catastróficos.
«Es realmente material de pesadillas», expresó Wosronu. «En Jartum, Darfur y Kordofán, donde reside el 90% de las personas que enfrentan niveles de emergencia de inseguridad alimentaria aguda, no ha habido tregua en los feroces combates durante 340 días».
«Ahora, con el conflicto en curso, Sudán se encamina hacia convertirse en la peor crisis de hambre del mundo. Actualmente, 18 millones de personas, más de un tercio de la población del país, enfrentan una inseguridad alimentaria aguda». La ONU advierte que para mayo, partes de Darfur podrían enfrentar inseguridad alimentaria aguda del nivel 5 de la CIF, la etapa más alta en la escala de Clasificación Integrada de Fases de Seguridad Alimentaria, lo cual sería considerado una catástrofe.
La situación en el estado granero de Sudán, Al Jazirah, es crítica, ya que representa casi la mitad de la producción de trigo del país. El conflicto ha interrumpido la capacidad de los agricultores para cuidar sus cultivos y ha provocado un aumento significativo en los precios de los alimentos básicos, algunos de los cuales aumentaron un casi un 300%.
Las hostilidades dejaron una estela de destrucción, saqueos y daños generalizados a la infraestructura crítica, incluidas las instalaciones de fabricación de alimentos y nutrientes. Sin una acción «urgente», advierte Save the Children, casi 230.000 niños y niñas, mujeres embarazadas y nuevas madres podrían morir de hambre en los próximos meses.
Un ciclo destructivo en Sudan
El conflicto que estalló el 15 de abril de 2023, ha cobrado la vida de al menos 14.000 personas, según cifras verificadas. Sin embargo, se teme que la cifra real de víctimas sea mucho mayor a medida que se descubra la verdadera escala del conflicto. Las partes en conflicto restringieron la entrega y distribución de ayuda humanitaria desde el inicio del conflicto, lo que dificultó el acceso de las organizaciones humanitarias a las comunidades necesitadas. El Programa Mundial de Alimentos (PMA) enfrentó desafíos para llevar suficiente asistencia de emergencia debido a la violencia continua y la interferencia de las partes en conflicto.
Informes de fosas comunes, violaciones en grupo y ataques indiscriminados en zonas densamente pobladas son solo algunos de los horrores que enfrenta la población civil. Estos actos podrían equivaler a crímenes de guerra, exacerbando aún más la crisis humanitaria. Casi 28 millones de personas enfrentan inseguridad alimentaria aguda en la región, y la situación en Sudán es particularmente grave.
Con la temporada de escasez de alimentos aproximándose, la urgencia de una solución política y humanitaria se hace más palpable
(Fuente: ABC news, Europapress)