Las mujeres condenadas a perpetua por el homicidio y abuso sexual de Lucio Dupuy fueron separadas por decisión de la Justicia de La Pampa, tras el pedido de una de ellas: Magdalena Espósito Valenti, madre del nene de 5 años asesinado a golpes el 26 de noviembre de 2021.
Espósito Valenti estaba alojada en el Complejo Penitenciario de San Luis junto Abigaíl Páez, hasta esta madrugada, cuando la primera fue trasladada por el Servicio Penitenciario Federal al Complejo Penitenciario Federal N° 6 ubicado en Lujan de Cuyo, Mendoza.
Tras conocerse la noticia, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, celebró la resolución en sus redes. “Ahora ya están separadas, en dos cárceles en provincias distintas, y pasarán hasta el último día de sus vidas encerradas y sin verse. Las responsables de su sufrimiento y el de toda su familia van a tener su merecido, y Lucio y su familia van a tener justicia”, publicó en la red social “X”.
La semana pasada, la funcionaria se había reunido en su despacho con Ramón Dupuy, el abuelo de Lucio, y una de sus tías. Este medio pudo saber que el trasladado fue bien recibido por el entorno de Lucio.
De acuerdo a la información, la medida fue solicitada por la progenitora de la víctima a la jueza de Ejecución, Marisol Rodríguez, debido a que ya no quería compartir el mismo alojamiento que su pareja, según confirmó el abogado de los abuelos de Lucio, José Mario Aguerrido.
Al mismo tiempo, la madre del menor argumentó que quería estar más cerca de su familia, para que pudieran visitarla. Sin embargo, la jueza definió el penal federal como su nuevo destino, pese a la oposición de la defensa.
Desde que fueron detenidas, la familia de Lucio reclamaba que cumplan la pena en prisiones diferentes. “Están de luna de miel”, solían denunciar los abuelos del niño asesinado al respecto.
La muerte de Lucio:
Horas antes de morir, las mujeres lo habían llevado con convulsiones a una sede policial donde le practicaron sin éxito RCP y lo trasladaron al hospital, donde murió. Según la autopsia, el niño «presentaba politraumatismos por golpes, mordeduras y quemaduras, de vieja y reciente data» y su muerte se produjo por una «hemorragia interna», producto de las agresiones.
Asimismo, encontraron «lesiones en la parte genital del niño», por lo que se determinó que podría haber sufrido también abusos sexuales. «En mis casi 30 años de profesión nunca vi algo así», apuntó el forense Juan Carlos Toulouse.
En un principio, Espósito Valenti quedó acusada de «homicidio calificado por el vínculo» y Páez de «homicidio simple». Primero fueron trasladadas a la comisaría 6ta. de Santa Rosa, pero días más tarde, tras agresiones de otras detenidas, fueron alojadas en el Complejo Penitenciario 1 de la Ciudad de San Luis.
A medida que la investigación avanzaba, se determinó que el niño había sido asistido al menos cinco veces en un lapso de tres meses por politraumatismos en distintos centros asistenciales de La Pampa, aunque no había denuncias de profesionales ni del jardín de infantes al que asistía. Por tal motivo, se inició una investigación administrativa a nivel gubernamental para establecer responsabilidades de funcionarios en la omisión de denuncias que pudieron haber evitado este desenlace.