El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) reafirmó la obligación de los organizadores de eventos que concentren equinos de exigir la vacunación para la encefalomielitis equina a partir del 1 de febrero. Esta medida se inscribe en el marco de la emergencia sanitaria declarada en todo el país debido a los recientes brotes de la enfermedad.
La Disposición 364/2023, publicada en el Boletín Oficial, establece que los eventos que reúnan equinos deben exigir a los dueños de los animales la vacunación vigente contra el virus de la encefalomielitis equina, tanto en sus variantes del este como del oeste. Los equinos, incluyendo caballos, yeguas, burros, cebras y sus híbridos, deben contar con la vacuna aplicada al menos 15 días antes del movimiento.
Esta decisión surge como respuesta a la detección de brotes de encefalomielitis equina en diversas provincias, entre ellas Corrientes, Santa Fe, Entre Ríos y Córdoba. La medida también prohíbe los movimientos de egreso de equinos desde las provincias afectadas hacia el resto del país.
El Senasa explicó que la implementación de la medida se pospone hasta principios de febrero debido a la limitada disponibilidad de vacunas. La decisión busca garantizar una disponibilidad gradual de vacunas de acuerdo con la capacidad de producción y/o importación de los laboratorios involucrados.
La encefalomielitis equina es una enfermedad exótica transmitida por vectores, especialmente mosquitos infectados por aves, durante las épocas estivales. La tasa de letalidad varía según la variante del virus, siendo del 90% para la Encefalomielitis Equina del Este (EEE), entre el 20% y el 30% para la Encefalomielitis Equina del Oeste (EEO), y de entre el 40% y el 90% para la Encefalomielitis Equina Venezolana (EEV).
Aunque la enfermedad también puede afectar a humanos, la mayoría no presenta síntomas o desarrolla síntomas leves, con baja mortalidad. El Senasa recomienda controlar lugares propensos a la proliferación de mosquitos, la vacunación de los caballos y la notificación inmediata de síntomas.
La última vez que se registró la encefalomielitis equina en Argentina fue en 1988, y el virus es transmitido por mosquitos. Aunque existe la posibilidad de contagio a humanos, no se considera una afección grave para la salud humana, y hasta el momento no se han reportado contagios en personas en el país.