Por 42 votos en contra, el decreto 70/2023 recibió un primer rechazo de parte de los senadores de Unión por la Patria y otros nueve legisladores, entre ellos el radical Martín Lousteau, que significa un fuerte traspié para el gobierno libertario.
El Senado dio este jueves el primer paso hacia el rechazo del polémico decreto 70/2023 firmado por el presidente Javier Milei apenas 11 días después de su asunción y pasó la pelota a Diputados donde todavía no está el número necesario para completar la negativa que dejaría al texto presidencial fuera de vigencia.
Luego de tres pedidos de sesión especial por parte de los senadores de Unión por la Patria, la vicepresidenta Victoria Villarruel finalmente debió cumplir con la reglamentación y citar a una sesión para dar tratamiento al asunto, pese a la fuerte negativa surgida de parte del Poder Ejecutivo que no logró frenar la sesión.
“El Poder Ejecutivo espera que el Poder Legislativo no se deje cautivar por el canto de sirenas de quienes pretenden anotarse victorias de corto plazo en detrimento del futuro de los 45 millones de argentinos”, señalaba el jueves por la noche el comunicado emitido por la Oficina del Presidente, lo que ya dejaba al descubierto la interna con Villarruel.
El tablero marcó esta noche 42 votos en contra, integrados por los 33 integrantes del interbloque de Unión por la Patria, y otros legisladores de Unión Federal como Carlos Espínola y Edgardo Kueider, la chubutense cercana al gobernador “Nacho” Torres, Edith Terenzi, los santacruceños Jose Maria Carambia y Natalia Gadano, la neuquina Lucila Crexell y una de las bombas políticas de la jornada, el presidente del radicalismo Martín Lousteau, único integrante del bloque en diferenciarse por la negativa.
No obstante, hubo cuatro abstenciones que llamaron la atención, en particular el bonaerense radical Maximiliano Abad y la cordobesa schiarettista Alejandra Vigo. También tomaron el mismo camino Carlos Arce y Sonia Rojas Decut, ambos de Misiones.
“Estamos haciendo las cosas bien y eso le duele a la oposición, la realidad es que no quieren que gobernemos, les duele mucho el cambio”, sostuvo el jefe del bloque de La Libertad Avanza Ezequiel Atauche, quien tuvo una baja en su bancada por la ausencia de Bartolomé Abdala, presidente provisional del cuerpo.
Cuando comenzó el tratamiento del DNU en el recinto, fue el jujeño Atauche el encargado de realizar una moción de orden para pedir el aplazamiento por tres semanas del debate, ante los cruces con el Gobierno nacional por la convocatoria y el pedido de contar con más tiempo para negociar la continuidad del decreto con los gobernadores y sectores afines. Sin embargo, el rechazo de 41 senadores ya anticipaba en buena parte el número final que practicamente fue coincidente con el primer test.
Las horas previas y el inicio de la jornada en el Senado estuvieron colmadas de conversaciones y de gestos de parte de distintos sectores, que apostaron fuerte a favor y en contra del DNU. Entre ellos se anotó el gobernador de Neuquén Rolando Figueroa que se reunió con el ministro Guillermo Francos y con el jefe de Gabinete Nicolás Posse, en simultáneo al desarrollo de la sesión. Por la Casa Rosada también había pasado el radical Alfredo Cornejo, que garantizó su acompañamiento a través de Rodolfo Suárez, antecesor y ahora senador por Mendoza.
La sesión estuvo atravesada por varias discusiones sobre el respeto por el reglamento, que a su vez se combinó con la inexperiencia de los senadores de LLA que fueron “reprendidos” sobre todo por UxP sobre usos y costumbres de la Cámara alta. Tal como lo hizo desde su primera aparición al frente de la sesión en la que se eligieron autoridades, Villarruel pareció en todo momento estar muy a tono con el reglamento de la Cámara.
“El presidente tiene que respetar la Constitución, tiene que respetar la división de poderes. Nosotros no somos empleados de él, estamos electos por el pueblo”, dijo en su discurso de cierre el formoseño José Mayans, jefe del interbloque de Unión por la Patria, el más numeroso del Senado que logró torcer el brazo al oficialismo. Mayans tuvo varios cruces directos e indirectos con su coterráneo Francisco Paoltroni, que interrumpió numerosas veces a otros senadores que se encontraban formulando sus discursos.
La postura del radicalismo, en tanto, anticipó una profundización de las internas ya que Lousteau mantuvo su convicción de rechazar el decreto pese a que el bloque había definido lo contrario.
“Voy a votar contra el DNU por una razón muy sencilla: el DNU es inconstitucional y eso es lo único que tenemos que evaluar, así lo dice todo el espectro de constitucionalistas de la Argentina”, manifestó Lousteau.
Por su parte, el radical Eduardo Vischi, jefe del bloque de la UCR señaló: “Estamos dispuestos a trabajar por un cambio, tenemos la predisposición para colaborar. No es el momento de aplazar este DNU, es un mensaje muy malo para todo el país, necesitamos unir a los argentinos”.
Para el tratamiento de cualquier texto en el recinto se necesita un dictamen de comisión pero ante el vencimiento del plazo que contempla la ley de la discusión dentro de los 10 días hábiles en la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo, el decreto ya podía ser tratado directamente en el recinto y además sin los correspondientes dos tercios que sí hacen falta para tratar un proyecto ordinario sobre tablas.
El próximo paso será ahora la discusión en Diputados, adonde al mismo tiempo en las próximas horas será presentada la nueva versión de la Ley de Bases, que de acuerdo al borrador ya entregado a los distintos espacios y los gobernadores, tiene una nueva fórmula jubilatoria y el regreso del Impuesto a las Ganancias.
(Fuente: Perfil)