La ayuda humanitaria para Gaza se detiene y las comunicaciones continúan interrumpidas por segundo día consecutivo este 17 de noviembre, luego de que se agotaran todas las fuentes de energía. El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de Naciones Unidas señaló que los ciudadanos se enfrentan a la «posibilidad inmediata de morir de hambre».
Además, la falta de combustible provocó que las agencias de la ONU detuvieran las entregas de suministros básicos para la supervivencia mediante el paso de Rafah. Naciones Unidas advierte un riesgo inminente de hambruna en la zona de Gaza, que solo recibe el 10% de los alimentos que la población requiere a diario.
La deshidratación y la desnutrición aumentan en momentos en que casi la totalidad de los 2,3 millones de habitantes del territorio requieren alimentos con urgencia.
Por otro lado desde el Hospital Al-Shifa, ubicado en la zona de conflicto anunciaron la muerte de todos los pacientes que se encontraban en la UTI (unidad de terapias intensivas). El director médico del hospital Al-Shifa, Muhammed Abu Salmiy, aseguró que hay 7.000 personas en el hospital y el personal todavía está trabajando para ayudar a los pacientes, pero «perdieron a todos los que estaban en la unidad de cuidados intensivos».
“Nos quedamos sin nada, sin electricidad, sin comida, sin agua. Cada minuto que pasa, perdemos una vida. De la noche a la mañana perdimos a 22 personas, durante los últimos tres días el hospital ha estado sitiado”, sostuvo Salmiya.
Francisco se reunirá con familiares de los rehenes
El secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, señaló que la liberación de los secuestrados en manos de Hamás y un alto al fuego, que Israel sigue descartando, son dos “puntos fundamentales” para resolver la escalada actual del conflicto.