Las últimas pruebas PISA arrojaron un dato alarmante para la educación argentina: el país se encuentra entre los de mayor segregación socioeconómica en las escuelas, un fenómeno que crece con más rapidez y fuerza que en el resto de América Latina.
Flavio Buccino, especialista en gestión educativa de Argentinos por la Educación, dialogó con “El País de la Libertad” de Radio Up 95.5 y advirtió que esta tendencia profundiza la desigualdad y debilita el sistema educativo.
“En el 2022, el promedio de la OCDE en este índice de segregación fue del 38%, mientras que en América Latina alcanzó el 43%. Pero en Argentina, el proceso ocurre a niveles mucho más rápidos y más fuertes”, explicó Buccino. Según el estudio, en el país los sectores más favorecidos eligen escuelas privadas, mientras que las familias de menores ingresos recurren a la educación pública.
El rol clave de la clase media
Para el especialista, uno de los factores centrales de esta problemática es el éxodo de la clase media de la educación pública. “Un segmento de la población argentina que decidía mandar a sus hijos a la escuela pública dejó de hacerlo ya hace algunos años, que son los segmentos medios”, señaló.
Esta transformación ha tenido un impacto directo en la calidad educativa y en la presión para mejorar el sistema. “Lo que habría que lograr es recuperar esos segmentos medios para la escuela pública, no solo porque ayudaría a reducir la segregación escolar y haría los grupos más heterogéneos, sino porque además los sectores medios son los sectores que más presionan y demandan mejor educación”, afirmó Buccino.
La heterogeneidad dentro del aula no solo es un reflejo de la sociedad, sino que también contribuye al aprendizaje. “Hace 30, 40 o 50 años atrás, no solo iban los pobres a la escuela pública, íbamos todos. Nos cruzábamos con el hijo del médico, el del empleado administrativo, el del almacenero y el de la señora que venía a limpiar la casa. Esa dispersión social le daba a la educación un plus muy importante”, recordó el especialista.
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Un sistema educativo cada vez más desigual
Buccino enfatizó que este fenómeno no es exclusivo de Argentina, pero que en el país se ha intensificado en los últimos años. “Mientras en otros países esto se da en forma paulatina o tiende a mejorar, en Argentina veníamos de un sistema más equilibrado y hoy estamos yendo en la dirección contraria”, alertó.
El crecimiento de la segregación escolar está vinculado con la crisis económica y el aumento de la desigualdad social. “En un país cada vez más desigual, el sistema educativo se vuelve cada vez más desigual”, explicó Buccino, quien destacó que si bien existen estrategias para revertir esta situación, hasta el momento no se han implementado políticas efectivas.
El desafío, según el especialista, no es solo redistribuir la matrícula, sino generar incentivos para que la escuela pública vuelva a ser una opción atractiva para todos los sectores sociales. “Hoy los grupos son más homogéneos, tanto en el ámbito público como en el privado. Y eso no solo afecta la calidad educativa, sino que además limita las oportunidades futuras de los alumnos”, concluyó.