Para muchos de los padres y madres de los estudiantes, esto no es suficiente para desactivar el conflicto y las protestas para que se retomen y culminen las obras del nuevo inmueble para la escuela. Los chicos que están yendo a este colegio, deben cursar en un edificio prestado, obsoleto y con graves problemas de infraestructura, como filtraciones de agua y paredes electrificadas. Una de las damnificadas aseguró que continuarán las medidas de fuerza.
El conflicto en el Bachillerato de Orientación Polivalene n° 113 de San Vicente se agravó en las últimas horas, ante la falta de respuestas concretas por parte de las autoridades al reclamo para que se retomen las obras del nuevo edificio del establecimiento educativo que actualmente está ubicado en el kilómetro 48 de la ruta provincial 13.
Según confió una docente y mamá de uno de los chicos que concurren a esta escuela, en la víspera, la comunidad educativa marchó hasta una lugar donde el intendente Fabián Rodríguez estaba entregando maquinarias a productores, para hacer visible el reclamo por una escuela digna, algo que no cayó bien en el entorno del alcalde. Ante la presión social, Rodríguez se ofreció de intermediador ante el ministro de Hacienda, Adolfo Safrán. Y en una reunión que mantuvo Rodríguez con algunos padres y madres de alumnos del BOP 113, el ministro se habría comprometido verbalmente a pagar las deudas con la constructora, para que se retomen las obras del nuevo inmueble, que comenzaron en 2021 y ahora están paralizadas, por la falta de pago.
Luego de la marcha que arrancó en la escuela del kilómetro 48 y terminó en un acto donde el intendente Rodríguez hacía entrega de maquinaria, el alcalde, enojado con los manifestantes, propuso reunirse en la intendencia este jueves por la mañana, donde el alcalde “recibió a los padres y al director. El intendente los puso en contacto con el Ministro Safrán, el cual, en altavoz, se comprometió a que se va a hacer el pago de lo adeudado a la empresa constructora y luego van a girar el dinero para que siga la construcción”, reveló a www.radioup.com.ar, María Pedersen, la mamá de un chico que acude al BOP 113.
“Personalmente, como madre y como docente comprometida con la causa educativa, por toda la experiencia de lucha, está comprobado que los funcionarios nos mintieron. No creo, por más compromisos que hagan con los padres, que un funcionario o intendente garanticen que la construcción siga”, subrayó la docente, añadiendo que otra escuela técnica de la zona, sufrió la voladura de sus techos, en el anterior temporal que se dio en la zona.
“Con respecto a la infraestructura, hace años que venimos reclamando a causa de las escuelas en total abandono, escuelas con paredes electrificadas, baños sin higiene que encierran un peligro a la salud de todos los chicos. Con la lluvia del lunes, en mi caso, mi hijo tuvo una especie de crisis de asma y tuve que pagar $8 mil en medicamentos. Las autoridades saben que hay consecuencias en la salud. Cuántos chicos más habrán sufrido por ir a la escuela”, remarcó Pedersen, sobre el actual cursado en una escuela prestada, con graves problemas edilicios.
En tanto, Pedersen explicó que actualmente, “los papeles que hay son pagos por deudas atrasadas (del gobierno con la constructora) Se supone que el proyecto de construcción del nuevo inmueble fue votado por la Cámara (de Representantes) y avalado por el municipio y el consejo deliberante de San Vicente. Pero el compromiso con los padres, es de palabra”, planteó la mamá.
Ante esta situación, Pedersen aseguró que “las protestas van a seguir, y mi propuesta como madre es la de coordinar con otros estudiantes y padres de otras escuelas, y unir las luchas (por escuelas dignas) en toda la provincia. En concreto no tenemos nada escrito, solo la promesa de que van a pagar a la constructora lo adeudado, que son las obras para los cimientos de la escuela, el esqueleto (del nuevo edificio)”, confió la mujer.
Ante la consulta de este medio, Pedersen reveló que la escuela BOP 113 se creó alrededor del 2015, porque la secundaria más cercana a la zona, estaba a unos 6 kilómetros. “Empezó a funcionar en el edificio que dejó la escuela primaria, porque ese edificio tenía como 50 años y a la primaria le construyeron un nuevo edificio. Este edificio (donde funciona el BOP 113) que es muy viejo y construido en forma precaria, presenta deficiencias: filtraciones, paredes electrocutadas y baños insalubres, que en una parte eran letrinas. En el año de la pandemia arreglaron los baños, pero siguió el tema eléctrico y aulas afectadas por filtraciones a causa de problemas en los techos”, detalló la mujer.
“Entonces empezamos a reunirnos los padres y empezar a exigir la construcción de la nueva escuela. Ya había un plano encargado, se pidió el aval del municipio y de los concejales para la construcción. Ese año (2021), con las sentadas y las luchas se consiguió que nos dieran importancia en el Concejo Deliberante. Pero cuando fuimos al Consejo General de Educación nos dijeron que desconocían el estado de nuestra escuela”, relató Pedersen.
Según Pedersen, fue a través de las sentadas y reclamos, que consiguieron que el BOP 113 tenga agua potable, porque hasta el 2021, contaban con agua que le cedía la escuela primaria. “Pero como son de pozos perforados dependen del cuidado de los motores (bombas), los cuales estaban descuidados. Y estamos en un barrio sufrimos robos de mangueras e instalaciones eléctricas, y tuvimos que comprar esto para el bombeo del agua”, describió la mujer.
Luego de conseguir el agua potable en 2021, “se construyeron los baños. Pero este año, nos dicen que la empresa abandonó la construcción porque todavía no le pagaron esa construcción de los sanitarios. ¿Cómo puede ser que una empresa constructora venga a edificar dos baños y después digan que no recibió el dinero, dos años después? Las construcciones no funcionan así”, lanzó Pedersen.
Entonces “por el peligro que representaba la escuela (en edificio prestado) los padres nos plantamos en no mandar a los chicos a la escuela porque las instalaciones representaban un peligro de electrocución. Entonces empezaron a trabajar en forma virtual y los chicos no tuvieron clases durante mucho tiempo”, contó Pedersen, añadiendo que, en ese contexto, la directora de una escuela vecina cedió algunas aulas para que se diera clases allí.
Pero la BOP 113 tiene muchos alumnos y “sólo en primer año había 90 estudiantes repartidos en cuatro secciones. Fue así que este año, empezaron las clases como si fuera un año de pandemia, divididos por grupos. Por ejemplo, segundo año iba dos veces por semana, alternados, por la falta de espacio físico para trabajar. Pero como íbamos a perder muchos alumnos y los profesores alertaban que se estaban atrasando mucho, entonces se construyó un aula provisoria en un pasillo entre el baño y un aula. Es un espacio verde que se cerró con tablas y el piso, en una parte es cemento y en la otra, pasto”, sostuvo Pedersen sobre el aula improvisada que utilizaban los alumnos del BOP 113.
“Se trabajó así todo este año, primero con clases alternadas (presenciales y virtuales) hasta que empezaron a ir todos los días (con el aula improvisada) Pero con estas lluvias tan continuas, empezó el problema de la filtración de agua y que se inunda, sobre todo ese aula, que se construyó con tablas. Y los días de mucho frío, los chicos llevaban frazadas y ponchos”, detalló Pedersen sobre lo que ocurría en esta aula improvisada.
Por último, Pedersen señaló que han recibido el apoyo de algunos profesores a título individual, pero no de sindicatos docentes. En cuanto al director Ledesma, como pertenece al espacio político del alcalde Rodríguez –fue candidato a concejal en las últimas elecciones– está en una posición incómoda respecto al reclamo, e incluso, según la mujer, trató de desalentar la protesta de este miércoles.
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