En medio de la creciente preocupación global por la viruela del mono, una enfermedad que ha captado la atención de médicos y especialistas, el Dr. Oscar López, médico infectólogo, dialogó con Radio Up 95.5 durante el ciclo “La Última Rosca”, conducido por Alejandro Chini y Bryan Villalba, donde compartió su perspectiva sobre la situación.
En primer lugar, López fue cauto a la hora de definir si la viruela del mono podría seguir los pasos del COVID-19 y convertirse en una pandemia mundial, apuntando que “esperemos que no pase nada, verdaderamente, que todo se limite al foco actual que ha preocupado a la OMS y que se disminuya el número de casos”.
Sin embargo, reconoció que las posibilidades de expansión están presentes, dada la capacidad del virus de propagarse rápidamente a través de los viajes internacionales. “Hoy en un vuelo de avión en 12 horas, 24 horas están acá los pacientes, los probables portadores”, explicó.
En tanto, López destacó que, a diferencia del COVID-19, que se transmitía principalmente por vía aérea, la viruela del mono se propaga más a través de secreciones. “Una de las diferencias es que COVID es una enfermedad que se transmitía mucho por vía aérea, y acá más el contagio es por las secreciones”, detalló.
También mencionó que la tasa de mortalidad registrada en Angola, donde se ha producido un brote significativo, es de alrededor del 2% al 3%. “Es una enfermedad nueva que no sabemos qué va a que podría pasarse y llegar a generalizarse”, advirtió.
Síntomas y diagnóstico
Identificar los síntomas de la viruela del mono es crucial para su contención. El Dr. López explicó que los primeros signos incluyen lesiones en la piel, que pueden confundirse con otras afecciones como la varicela o el eczema.
“Si yo recibo un paciente que viene de una zona de Angola o de África y que tiene algún tipo de lesión que no está bien definida… son signos a tener en cuenta como para pensar en enfermedad”, subrayó. Además, mencionó que el periodo de incubación puede durar de algunos días hasta una semana, durante el cual la enfermedad ya es contagiosa.
En cuanto a la forma de controlar la enfermedad, el Dr. López recordó cómo se manejaron brotes anteriores mediante el “control de foco”. Esto implica identificar el caso índice y aislar a todas las personas con las que este individuo ha estado en contacto.
“Eso es lo que se logra con muchas enfermedades, un cierto aislamiento, aislar, bloquear la zona, bloqueo epidemiológico y de esa manera se evita que se difunda la enfermedad”, explicó.
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Vacunas: ¿Una posible solución?
La posibilidad de una vacuna para la viruela del mono fue otro tema por López, quien afirmó que “claro que hay una vacuna”, refiriéndose a la vacuna para la viruela humana, que ya está erradicada.
Sin embargo, aclaró que esta vacuna no está disponible de forma generalizada y que se reserva para situaciones específicas, como personas en contacto directo con un caso índice.
A pesar de las preocupaciones, el Dr. López instó a no alarmarse, sino a mantenerse informados y vigilantes. “Está muy bien que informemos, no alarmemos a la gente, estemos atentos”, aconsejó, señalando que la vigilancia y la pronta identificación de casos son claves para evitar la propagación de la viruela del mono.