Así lo aseguro Norma Miño, excoordinadora del programa de Salud Sexual y Procreación Responsable de la provincia, en diálogo con Radio Up 95.5. Además, se refirió a la cifra actual de embarazos adolescentes brindada por el gobernador Passalacqua durante el discurso de apertura de sesiones de la Cámara de Representantes.
Misiones pudo en algún momento revertir una realidad preocupante que junto a Formosa y Chaco la hacían encabezar un ranking poco deseado. Y es que, junto a las mencionadas provincias, la Tierra Colorada pudo contar, según el año, con las cifras de embarazo adolescente más alto del país por cada mil.
En este sentido, y gracias a un trabajo articulado, en los últimos cinco años dicha cifra fue en detrimento. Así lo manifestó el gobernador Passalacqua en su discurso de apertura de sesiones de la Cámara de Representantes en la jornada del miércoles, donde reveló que, actualmente, “Misiones se ubica en un 14% sobre tasa de fecundidad y embarazos no intencionales”.
Siguiendo esta línea, Norma Miño, excoordinadora del programa de Salud Sexual y Procreación Responsable de la provincia, afirmó que “esto continúa mostrando una tendencia al descenso del embarazo adolescente en los últimos años”.
“En el 2014, Misiones tenía un porcentaje de alrededor del 24% de nacidos vivos, que es uno de los indicadores que desde el programa de salud sexual y protección responsable de la provincia teníamos cuando iniciamos un proceso de capacitaciones e intervenciones para dar respuesta a esa población objetivo, que es la población adolescente”, sostuvo Miño, en diálogo con Radio Up 95.5.
Según explicó, en números reales, “significa que teníamos casi 7 mil nacidos vivos de madres adolescentes, que prácticamente se asemeja a toda una estructura de un ámbito educativo”.
De igual manera, resaltó que la disminución de dicho porcentaje “fue a raíz de toda la estrategia que se implementó a nivel provincial en forma conjunta con el Plan Nacional de Prevención de Embarazo no Intencional en Adolescencia (Plan ENIA)”.
Según indicó Miño, actualmente solo 19 agentes de un total inicial de 619 permanecen en el ámbito central del Ministerio de Salud de la Nación, mientras que el resto finalizó sus contratos el 31 de marzo.
Respecto del descenso en el porcentaje de embarazo adolescente, Miño destacó que “año tras año, fuimos trabajando en una estrategia donde la provincia fue pionera”.
“Entre 2014 y 2016, fuimos trabajando con esta estrategia con los tres ministerios articulados, trabajando en forma conjunta: el Ministerio de Educación, a través del programa de ESI, que es la Educación Sexual Integral, el Ministerio de Desarrollo Social, a través del área de Infancia y Adolescencia, y el Ministerio de Salud Pública, con la ley de Salud Sexual”, explicó.
“Esta articulación ya estaba escrita, pero no se abordaba en forma integral y articulada, y por eso los resultados no eran los que esperábamos. A partir del 2015, implementamos esta estrategia en la provincia, donde notamos que empezamos a descender en el porcentaje”, añadió Miño.
Además, destacó que “esta estrategia fue adoptada por Nación para luego, en el 2017, sacar el Plan Nacional”.
“Es importante tener en cuenta cuáles fueron las provincias que motivaron justamente la presencia del Plan con recursos humanos y con insumos, fundamentalmente porque era lo que nosotros veíamos en nuestro diagnóstico que hacía falta”, expresó.
“Hay que seguir trabajando, promoviendo métodos seguros, pero sobre todo contar con los insumos”, añadió.
Por otra parte, Miño se refirió a los métodos anticonceptivos impulsados, siendo el “doble método” el más efectivo.
“Es lo más seguro para las adolescentes y consta del preservativo tanto peneano como el preservativo para vulvas, el implante o algún método de larga duración que elija la adolescente”, explicó.
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“Para ello, contamos con un espacio de consejería donde se le brinda toda la información que nosotros vemos como un mejoramiento, por el hecho de que muchas de las chicas van acompañadas de su pareja, para que sean los dos responsables de este cuidado”, resaltó.
“En estos talleres y recorridos que hicimos evaluamos el recurso humano que teníamos en los servicios de salud. Además, constatamos si estaban formados o no para la atención adolescente y si tenían todo el instrumental para la colocación de este método de larga duración”, agregó.
Con la disminución en el personal afectado, Miño lamentó la no continuidad del programa.
“Fue todo un recorrido y una construcción que hemos hecho de, justamente, una población objetivo que se muestra saludable, y que por lo tanto no concurre a los centros de atención primaria”, expresó.
“Este era el eslabón más importante que brindaban las asesorías de salud integral porque estaban en las escuelas, lo que facilitaba luego el acceso al centro de salud porque la asesora estaba no solamente en la escuela sino también en el centro de atención primaria”.
Por último, sostuvo que en el último tiempo, hubo cambio de paradigma en la interiorización de la figura masculina en embarazos adolescentes.
“Vimos mayor presencia de varones. Antes era como si la cuestión del cuidado de la salud sexual o el cuidado de la salud reproductiva recaía pura y exclusivamente en la mujer”, reveló Miño.
“Vimos un cambio en el hecho de que en la primera consulta, las chicas se acercaban a los talleres con su pareja y esto marca un mejoramiento en la percepción, la calidad y en poder compartir las responsabilidades”, completó.
