En una reciente entrevista con el médico Lucas Frías Peloso, jefe del área de Medicina Fetal en el Instituto GEMA de Posadas, el profesional alertó sobre la tendencia en el ámbito nacional relacionada con la autorización para la producción de tapas de empanadas sin harina enriquecida. Esta decisión, autorizada por el Ministerio de Salud, está generando un debate en torno a su impacto en la salud fetal.
Si bien la medida puede ser vista como una opción económica para algunas empresas, Frías Peloso destaca que la salud fetal no debe ser comprometida. Además, resalta la importancia de educar a las mujeres en edad fértil sobre la importancia de una alimentación adecuada, especialmente en lo que respecta a la ingesta de ácido fólico que debe comenzar al menos tres meses antes de la concepción para maximizar sus beneficios preventivos. Sin embargo, reconoce que en situaciones donde la planificación del embarazo no es posible, el enriquecimiento de las harinas puede servir como una medida preventiva valiosa.
Frías Peloso explicitó que la alimentación durante el embarazo es uno de los pilares fundamentales para el cuidado tanto de la madre como del bebé en gestación. La ausencia de nutrientes esenciales, como el ácido fólico presente en la harina enriquecida, podría tener consecuencias negativas en el desarrollo del embrión y el feto.
La harina enriquecida, como señala el médico, desempeña un papel importante en la prevención de anemias y malformaciones del tubo neural durante el embarazo. Su adición a los alimentos básicos, como la harina, es una medida preventiva adoptada desde hace más de dos décadas. Sin embargo, la reciente autorización para la producción de tapas de empanadas sin este componente nutricional es motivo de preocupación para los expertos en salud fetal.
La decisión de autorizar la producción de tapas de empanadas sin harina enriquecida plantea interrogantes sobre las políticas de salud pública y el equilibrio entre intereses económicos y la protección de la salud materno-infantil. Frías Peloso insta a las mujeres embarazadas a buscar orientación profesional en nutrición para garantizar una dieta óptima que promueva la salud tanto propia como la de su hijo en gestación.