El 13 de enero se conmemora el Día Mundial de la Lucha contra la Depresión, una fecha destinada a visibilizar este trastorno mental que, según datos de la Organización Mundial de la Salud, afecta a aproximadamente 280 millones de personas en todo el mundo. Esta jornada busca generar conciencia sobre la importancia de identificar las señales de alerta y ofrecer apoyo a quienes lo necesitan.
La depresión, si no se trata a tiempo, puede causar un impacto significativo en la calidad de vida y las relaciones personales de quienes la padecen. Reconocer los síntomas de manera temprana y buscar ayuda profesional son pasos esenciales para enfrentar este desafío global.
Existen múltiples factores de riesgo asociados al desarrollo de la depresión, incluyendo experiencias traumáticas como el maltrato físico o psicológico, el abuso sexual y la pérdida de seres queridos. También influyen los antecedentes familiares de trastornos del estado de ánimo, el consumo de sustancias como el alcohol y la coexistencia con otros trastornos mentales. Además, las condiciones sociales desfavorables, como la falta de recursos económicos o de redes de apoyo, aumentan considerablemente la vulnerabilidad.
“El diagnóstico precoz es fundamental para tratar la depresión de manera eficaz. Detectarla en sus etapas iniciales puede prevenir que se convierta en un problema crónico o recurrente, mejorando así la calidad de vida de las personas afectadas”, señaló la Licenciada Liliana Acuña, psicóloga de Boreal Salud (M.P. 4.379).
Asimismo, destacó: “La identificación temprana permite implementar estrategias terapéuticas que restauren el bienestar emocional y fortalezcan la capacidad de la persona para desenvolverse en su vida cotidiana. La atención oportuna es clave para reducir el sufrimiento y las complicaciones asociadas”.
Las 5 señales principales de alerta de la depresión son:
- Estado de ánimo depresivo la mayor parte del tiempo, casi cada día. En los niños y adolescentes el estado de ánimo puede ser irritable.
- Pérdida de interés o placer en actividades habituales.
- Cambios significativos en peso, apetito o patrones de sueño como insomnio o hipersomnia.
- Sentimientos de inutilidad, culpa excesiva o dificultad para concentrarse.
- Pensamientos recurrentes de muerte o ideación suicida.
Prevención y tratamiento
Para prevenir la depresión, se recomienda adoptar medidas como mantener rutinas diarias saludables, practicar actividad física, expresar las emociones con seres cercanos y fomentar el apoyo social.
En tanto, evitar el consumo de alcohol y drogas, regular el estrés y cuidar la alimentación también son acciones clave. Además, establecer rutinas diarias y marcarse objetivos realistas, conectar con la naturaleza o con prácticas espirituales y cuidar la autoestima y la autoconfianza, pueden fortalecer la resiliencia emocional, reduciendo el riesgo de desarrollar esta enfermedad.
“El tratamiento de la depresión se adapta a la severidad del caso y las necesidades de la persona. En casos leves, la psicoterapia de orientación cognitivo-conductual, gestáltica o psicoanalítica suele ser suficiente. Sin embargo, en cuadros moderados o graves, se combinan terapias psicológicas con intervención psiquiátrica, incluyendo medicación y, en casos extremos, hospitalización. El objetivo es lograr la remisión de los síntomas y la recuperación del funcionamiento integral del individuo en todos sus ámbitos”, agregó la especialista.
Garantizar el acceso a servicios de salud mental de calidad es esencial para combatir la depresión de manera efectiva. Esto requiere programas integrales que incluyan prevención, diagnóstico precoz, tratamiento oportuno y rehabilitación. Un enfoque interdisciplinario y transdisciplinario permite abordar al ser humano desde una perspectiva integral, promoviendo su bienestar biopsicosocial. Invertir en salud mental es una prioridad para mejorar la calidad de vida de las personas y construir sociedades más saludables y resilientes.
(Fuente: Noticias Argentinas)