Alfredo González, presidente de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), ofreció una perspectiva detallada sobre los retos enfrentados por las pequeñas y medianas empresas (pymes) durante 2024 y los desafíos que se perfilan para 2025.
En diálogo con “RX – Realidad Mixta” de Radio Up 95.5, González subrayó la importancia de fortalecer la microeconomía como eje del desarrollo nacional.
“En Argentina, el 99% de las empresas son pymes, micro, pequeñas y medianas. Del total, el 73% son empresas de 1 a 10 empleados. Ahí está la fortaleza y la ramificación real de nuestra economía”, destacó González, enfatizando que las pymes son esenciales para el país.
Un año complejo para las pymes
El año 2024 estuvo marcado por una fuerte contracción del consumo interno, que afectó severamente a las pymes, especialmente en los primeros meses. “Cuando en diciembre hubo una contracción fuerte del consumo interno, del cual dependen las pymes argentinas, se sintió muy fuerte. Entramos con una espalda financiera y económica muy débil, lo que complicó mucho nuestra capacidad de reponer stock y manejar precios de referencia”, explicó.
La incertidumbre económica llevó a un comportamiento errático en las ventas. “Reponer mercadería en tiempo y forma era muy difícil porque no había precios de referencia claros. Cuando conseguíamos productos, los precios eran totalmente distintos”, añadió.
Sin embargo, el panorama comenzó a estabilizarse hacia el segundo semestre. “En el último trimestre se generó cierta certidumbre en la microeconomía. En octubre, después de 19 meses, logramos un crecimiento interanual en las ventas de 2,9%. Fue raro, pero también positivo”, señaló González.
Desafíos estructurales y fiscales
Más allá de las dificultades coyunturales, González también destacó los problemas estructurales que enfrentan las pymes, especialmente en el NEA. “El déficit de infraestructura en nuestra región es significativo. Por ejemplo, en el NEA todavía no tenemos gas, a diferencia de nuestros colegas del NOA. Eso genera costos adicionales que afectan nuestra competitividad”, comentó.
Además, el entramado fiscal argentino representa una carga significativa para las empresas. “No solo enfrentamos impuestos nacionales, sino también municipales y provinciales. Estas barreras microeconómicas son muy difíciles de sortear y nos hacen menos competitivos frente a otros países”, afirmó.
CAME también trabaja en el ámbito internacional para abrir mercados, aunque reconoce las limitaciones de la economía argentina. “Ganar un cliente en el exterior es muy difícil, mucho más con una Argentina que no es confiable por las distintas crisis que hemos atravesado”, dijo.
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Proyecciones para 2025
De cara al próximo año, González subrayó la importancia de estabilizar la macroeconomía para permitir el desarrollo de las pymes. “Si la macroeconomía es inestable, imagínese la micro. Es fundamental contar con un proyecto productivo nacional que acompañe a las pymes”, declaró.
En cuanto a prioridades, señaló: “Necesitamos políticas productivas que fortalezcan la microeconomía, no solo para ser proveedoras de grandes empresas, sino para generar empleo real y sostenible”.
El presidente de CAME también espera que el gobierno nacional reduzca la carga impositiva y continúe trabajando en la estabilización macroeconómica. “Esperamos que este año tengamos una atención distinta hacia las pymes. Si logramos certidumbre en el mediano plazo, podremos avanzar”, concluyó.