El sector maderero de Misiones enfrenta un cierre de año marcado por la incertidumbre y las dificultades, según lo expresó Gabriel Marangoni, presidente de la Asociación Maderera y Afines del Alto Paraná (Amayadap). “Hoy exportás para empatar, no para ganar” sostuvo con preocupación.
En una entrevista con Antonio Villlalba para el programa “RX-Realidad Mixta”, Gabriel Marangoni detalló que tanto el mercado interno como el externo atraviesan complicaciones que afectan gravemente la rentabilidad y la actividad de las empresas del sector.
“Estamos llegando a esta etapa final del año normalmente con bastante preocupación. Los mercados no reaccionan. Encima, el externo está exportando, pero cada vez con menos margen”, afirmó el representante del sector. Una de las principales problemáticas que destacó fue el impacto del dólar oficial, cuyo aumento no acompaña los costos crecientes: “Va aumentando despacito, pero no en la medida que se requiere con los costos que habían subido en el curso del año”.
Marangoni también hizo referencia a los elevados costos de logística: “En el caso de Misiones tenemos un flete muy caro hasta el puerto de Buenos Aires, Campana o Rosario. Incluso los puertos argentinos son muy caros en comparación con la región”.
La paralización en el sector de la construcción
“La situación del mercado interno no es más alentadora” expresó preocupado. Según Marangoni, la caída en la construcción afecta directamente las ventas de productos madereros. “La construcción, que es la que mueve los números, está siempre quieta. El ingreso de las familias argentinas sigue siendo muy ajustado, y derivan todo lo que ingresa más que nada a mantener la casa, la comida, la escuela de los chicos, y por último, a mejorar la casa o algo nuevo”, explicó.
A pesar de que algunas empresas han aumentado sus exportaciones para hacer frente a la caída del mercado interno, los márgenes son mínimos. “Hoy exportás para empatar; no para ganar”, señaló. También advirtió sobre las dificultades de competir en mercados regionales como Brasil: “Ahora Brasil devaluó, Argentina revaluó el peso. Estamos más caros, y Brasil está más barato”.
Los productos más exportados son madera cepillada y molduras con bajo valor agregado. “El empresario aserradero busca hacer un producto intermedio porque, con la baja rentabilidad, no te deja margen hacer algo con mucha elaboración”, explicó.
Mirada al 2025
Sobre las perspectivas para el próximo año, Marangoni reconoció que hay más dudas que certezas: “Estamos todos mirando hacia el futuro, esperando que bajen algunos costos y suban algunos precios. Si hubiera una mejora de precios del 10%, ya cambia totalmente la ecuación. La esperanza está en que las variables mejoren”.
Finalmente, concluyó que la actividad actual se sostiene con mucho esfuerzo y un compromiso importante por parte de los empresarios para mantener las plantillas laborales: “El sector está haciendo un esfuerzo importante en mantener la actividad y las plantillas de personal, pero los niveles de rentabilidad son muy bajos”.