Desde el programa “Segunda Página” que se emitió todos los sábados del año de 11 a 14 horas por las 95.5 (Radio Up). Queremos manifestar, empatizar con la totalidad de argentinos que vivieron y padecieron el cambio que en teoría proponía una Argentina distinta.
Y decimos que “en teoría” remarcando como un supuesto aquello que hasta el momento no se ha materializado totalmente porque no podemos analizar una parte, es decir este primer año del mandato presidencial Javier Milei, como un todo, aún le restan 36 meses de gobierno.
Asimismo, lo que podemos analizar y desmenuzar de sus prácticas y políticas aplicadas en estos 12 meses, cumpliendo con sus primeros pasos dado en el ejercicio de la Presidencia y de su gobierno que tiene una palabra que es utilizada como llave maestra-es decir que con simplemente pronunciarla seduce a sus propios seguidores-,y abre las puertas como una especie de llave mágica, es palabra es: Libertad.
Recapitulando, aún restan tres años para seguir analizando, criticando y debatiendo con respecto a las decisiones, acertadas o desacertadas que tomará este gobierno.
Claramente algunas de ellas las hemos celebrado, como la disminución del índice de inflación, el regreso de la toma de exámenes o de algún tipo de prueba para aquellos argentinos que tengan la ambición de ingresar a cargos de la administración pública nacional.
Otras tantas las hemos criticado y no las compartimos, solo por citar algunas, el nepotismo o el amplio enriquecimiento que han aparecido intempestivamente en las Declaraciones Juradas de varios de los funcionarios de La Libertad Avanza, que ocupan un cargo y rol fundamental dentro del Gabinete del presidente.
Por ello mismo, consideramos que el espíritu de aquellos que hacemos Segunda Página es exponer tanto lo malo, como reconocer todo lo bueno que pueda producir y materializar un gobierno electo de manera democrática en las urnas y por el voto popular.
Pero, por otro lado, nos vemos obligados a mantener la cordura y a estar muy expectantes de todo aquello que haga o deje de hacer el gobierno libertario.
Y esto no es más que apelar a aquél dicho popular que reza: “Hombre precavido, vale por dos”, está última nos remite a ser prudentes, actuar con mucha cautela y sobre todo si se trata de la política argentina, dado que desde 1810 hasta la actualidad, en más de 200 años de historia, ningún gobierno ha sido del todo coherente, al momento de ejercer el mandato y cumplir con aquella promesas vertidas y vociferadas en la campaña electoral.
No sabemos si este gobierno libertario sea capaz de lograr finalmente un verdadero cambio cultural, ideológico y de paradigma del pensamiento. Logrando recuperar uno de los pilares y el cimiento fundamental en los que se basó y erigió la construcción del país: el mérito, el esfuerzo, el respeto, vuelva a ser las herramientas preponderantes para una sociedad argentina que en las últimas décadas viene demostrando carencias de todo tipo: de valores, de instituciones serías y responsables en la que los argentinos se sientan representados, contenidos, y que no sean percibidas como meras cajas recaudatorias de la política en general y del gobierno de turno.
En la actualidad, debemos abrazarnos a seguir en la espera y que muchos de nuestros compatriotas finalmente puedan tener un trabajo digno, no siendo víctimas de la inseguridad, y que por sobre todas las cosas, las nuevas generaciones de argentinos tengan un futuro promisorio y digno, sin tener que estar predestinados a la precarización laboral a la que nos vienen sometiendo hace décadas.
En fin, los cambios radicales no se logran de un día para el otro. Todo lleva su tiempo, en nuestro caso en particular, haciendo más periodismo, sin temor de criticar y de alzar la voz frente a un micrófono. O también, poniendo la cara frente a una cámara o con un posteo en redes sociales que sirva para marcar el camino y expresar la disconformidad de alguna medida que determine éste o cualquier otro gobierno de turno.
Estamos llegando a fin de año, pero es el punto de partida para el inicio de uno nuevo.
Solo queremos decirles, a todos aquellos que nos acompañan a lo largo de estas 13 temporadas de Segunda Página, en donde defendemos y nos abrazamos a la coherencia, al periodismo crítico y a la fortaleza que solo podemos encontrar en la libertad de opinión y de expresión. Dado que defendemos acérrimamente y entendemos que es un derecho humano fundamental, consagrado en el artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos.
Asimismo, consideramos que una sociedad y un país más libre, más pujante se logra con coherencia, esfuerzo, mérito y sin miedo a nada, ni a nadie.
Por porta parte, los argentinos debemos dejar de pensar que un individuo es el encargado de salvarnos o de sacarnos adelante. Un presidente es simplemente unos de los encargados de marcar el camino por 4 años para una sociedad, pero gran parte de la clave del éxito evidentemente está en que tan dispuestos estemos para asumir el compromiso y la responsabilidad social que ello significa para empujar el mismo “vagón del tren” para llegar a destino.
Pero más allá de todas las críticas que podamos hacer desde Segunda Página a los gobernantes, Jamás nos van a oír expresas o pedir que un gobierno- sea este o cualquier otro-, se vaya por la puerta trasera, como sí se ha escuchado decir y desearlo públicamente a muchos dirigentes políticos durante estos primeros 12 meses del mandato mileista.
Los argentinos debemos comprender, asimilar e internalizar, que si un presidente fracasa la derrota y la frustración nos llevarán hacia un acantilado en donde caerán y culminarán feneciendo millones de argentinos.
El año entrante, debería sernos de mayor utilidad para incorporar un nuevo ladrillo para seguir construyendo una Patria más digna para todos y con mayor igualdad.
Por: Segunda Página Diego Salazar y Cynthia Capdevila