Especialistas resaltan que se debe a cambios bruscos entre ambientes climatizados y calurosos teniendo en cuenta que los últimos días la térmica superó los 40º. A su vez, aconsejan limpiar correctamente los oídos al salir de piletas para evitar otitis.
En un verano en el que se registra un aumento significativo de los casos de dengue a nivel provincial y regional, los síntomas de la faringitis pueden confundirse con la enfermedad transmitida por el mosquito Aedes aegypti. Una de las causas que conllevan a la inflamación de la garganta es el cambio de temperaturas entre la pileta y los aires acondicionados, teniendo en cuenta que los últimos dos días se registraron térmicas en torno a los 40º. Con el fin de ahorrar viajes al Parque de la Salud y de evitar la sobredemanda, los Centros de Atención Primaria de Salud (Caps) atienden todos los días a demanda de pacientes febriles.
“Tenemos un promedio de 300 o 350 pacientes de atención en emergencia. De esos casos, entre 15 y 16 pacientes vienen con patologías de vías aéreas respiratorias superiores: anginas, dolor de garganta, tos irritativa”, indicó la gerente asistencial del Hospital de Pediatría Fernando Barreyro, Liliana Fernández Sosa.
Si bien aclaró que hay casos de pacientes que tienen una patología base, como los asmáticos y hay una circulación mínima de adenovirus, hizo hincapié en que los chicos están entre que salen del aire acondicionado y vuelven. Además, “se meten a la pileta después refresca y circulan mojados, toman tereré y agua fría, lo que provoca todo esto”. “No hay un aumento del índice de infecciones por adenovirus”, subrayó.
Asimismo, indicó que los que son alérgicos vinílicos, con patologías obstructivas frecuentes, este salir y entrar del frío y el calor les provoca irritación en las vías aéreas. “Están con más mocos, dolor de garganta y otitis. Hay mucha otitis por la pileta, los arroyos y los ríos, por lo que hay que tener en cuenta la limpieza con alcohol boricado, sin meter hisopos ni nada en el oído para que se descargue bien la cantidad de agua, evitando que el oído se humedezca y se produzcan infecciones”.
Teniendo en cuenta la alerta epidemiológica por dengue, la gerente asistencial del Hospital Pediátrico recomendó que si el niño tiene fiebre, hay que administrarle paracetamol y bajar la fiebre con baños, mantenerlo hidratado y consultar con el médico de cabecera o en el Caps más cercano, ya que los Caps están atendiendo a demanda a todo paciente febril.
“Si hay chiquitos que tengan algún factor de riesgo -diabéticos, obesos, inmunocomprometidos- son enviados desde el Caps a revisar al Hospital de Pediatría por las dudas. Si el paciente no tiene vómitos y está con una fiebre que se puede mantener, se controla en el mismo centro de salud. Cuando tiene vómitos que no ceden, no orina bien o tiene mucho dolor abdominal, si o si se debe consultar en el Hospital”, ahondó.
A su vez, Fernández Sosa recomendó cerrar la casa a las 17 y abrirla después de las 8 de la mañana. Mantener a los niños con pantalones más largos y con repelente desde la tarde, como así también utilizar espirales, tabletas o líquidos eléctricos insecticidas. “El que no tenga mosquitero en la casa y tiene la posibilidad puede comprar un poco de tul y colocarlo en las ventanas o alrededor de las camas”, concluyó.
Por su parte, en una nota reciente la médica Susana Irrazábal Bonetto, especialista en medicina general, brindó recomendaciones para evitar golpes de calor. “La recomendación de cuidado es principalmente para quienes trabajan en calderas, cocinas o expuestos al sol. Nosotros tenemos centros de regulación que están en nuestra piel, en nuestro hipotálamo y eso hace que regulemos la temperatura, ya sea con la sudoración o la vasodilatación”, explicó.
De igual forma, sostuvo que el cuerpo es un 60% de agua, entonces se debe estar bien hidratados para soportar todo el calor. La cantidad de agua a tomar varía según la edad y las condiciones de salud.
“Nuestra temperatura debería ser entre 35,8º y 37,2º pero si estamos expuestos a mucho calor y durante un tiempo prolongado, esos mecanismos de regulación se ven alterados y van a ser superados. Si eso pasa podemos llegar a tener calambres, síncopes, agotamiento por calor o el golpe de calor”, explicó la médica.
Además resaltó que al perder líquido del cuerpo, también se puede perder electrolitos como sodio y potasio y eso conlleva a cuadros más severos. La recomendación de la profesional es que para exponerse al sol hay que protegerse con un sombrero con grandes alas que cubra la cara y el cuello cubierto para evitar las quemaduras. También aconsejó evitar que los niños estén al sol.
De la misma forma instó a usar mangas largas y protector solar. “El calor puede llevar a una deshidratación y la deshidratación extrema llevará a otros problemas como calambres y arritmias. Entonces, si vemos a alguien que se está por desmayar o vemos que se cae, lo primero que tenemos que hacer es mantenerlo en el suelo, levantar los pies -que se llama posición de Trendelenburg- e hidratarlo en principio hasta que se componga para saber cuál es su situación clínica”, finalizó la profesional.
En tanto, desde Salud Pública refuerzan la importancia de mantener el calendario de vacunación completo para evitar enfermedades. En este sentido, durante la primera semana de enero funcionó una posta de salud y vacunación en la plaza 9 de Julio de Posadas, de 7 a 12. La meta luego es que estas carpas de salud se trasladen por diferentes barrios y lugares públicos de la ciudad y la provincia. Quienes se acerquen al lugar podrán acceder a controles de tensión arterial, peso y talla, vacunación (calendario regular) y solicitar información sobre prevención del dengue.
Según dijeron, la vacunación es un aspecto fundamental para mantener la salud y prevenir enfermedades. A través de estas jornadas, se busca promover la inmunización en todas las etapas de la vida, desde los más pequeños hasta los adultos mayores. Asimismo, se realiza la toma de tensión arterial, un indicador vital para detectar posibles problemas de salud y prevenir enfermedades cardiovasculares. De igual manera, se controla el peso y talla de las personas, fomentando hábitos saludables. Por último, se hará hincapié en la prevención de los criaderos del mosquito Aedes aegypti, transmisor de enfermedades como el dengue, zika y chikungunya.
(Fuente: El Territorio)