En el paraje Algarrobal de la localidad de 9 de Julio se concentraron este sábado una serie de acciones todas encausadas en hallar rastros de Loan Peña, el niño desaparecido en ese lugar el pasado 13 de junio, luego de participar de un almuerzo en casa de su abuela Catalina Peña.
Buzos tácticos revisaron una profunda laguna, peritaron el área donde hallaron el botín y los perros llevaron trabajaron en la llamada “zona caliente”.
“Por la imposibilidad de ingresar en la laguna con embarcaciones por lo pantanoso del terreno, se ingresó con buzos que accedieron al espejo de agua por medio de una especie de escollera natural de tierra. Caminaron alrededor de ese sector, hasta una distancia de 50 metros, donde se encontraron con aproximadamente 2 metros de profundidad. La idea de la medida era analizar el terreno y el perímetro para proyectar un trabajo puntual en virtud de la extensión de la laguna. En el camino se encontraron, con una decena de víboras”.
Además, personal de la Policía Federal Argentina (PFA) e integrantes de División Unidad de Búsqueda de Evidencias de la Gendarmería Nacional inspeccionaron la zona y “removieron tierra” donde fue hallado un botín de Loan el día siguiente de la desaparición del niño.
Se trató de una medida dispuesta por la jueza federal de Goya, Cristina Pozzer Penzo, a sugerencia de los abogados Fernando Burlando y Sergio Briend, que representan a la familia de Loan y son querellantes en la causa.
Por otra parte, el director de la ONG “Buscar”, antes de trabajar en el terreno dijo que “nosotros tenemos previsto intervenir dentro de un radio de cuatro cuadrantes que hemos delineado. Vamos a hacer una intervención en uno de esos cuadrantes con la tarea de perros adiestrados en localizar restos humanos denominados RH. Vamos a ir a revisar una de las áreas que consideramos puntos calientes”, remarcó.
Admitió además que “los peritos pidieron socavar unos 0,40 centímetros de profundidad en el lugar donde fue hallado el botín de Loan, se va a levantar parte del terreno con un barrido de todo ese sector del monte con los perros K9 para tratar de localizar eventualmente alguna emanación de olor”.
Sobre el hecho que no se haya preservado la zona, explicó que “podría acarrear complicaciones, siempre y cuando haya intenciones de alterar el área perimetrada. Los protocolos de actuación siempre recomiendan preservar las llamadas zonas calientes”, cuestionó.