La Cámara de Diputados anunció ayer la decisión de subastar 46 autos que integran la flota oficial. El caso de la senadora Vilma Bedia, quien contrató familiares como asesores y se le pidió que los separe de la tarea parlamentaria, aunque por el momento no hubo comunicación oficial sobre el apartamiento de los empleados libertarios.
El ajuste propuesto por el presidente Javier Milei para el sector público desde el día uno también alcanzó el Congreso, aunque fue uno de los ámbitos en que la política impuso la mayor resistencia. Esto quedó en evidencia con el malestar que expresó la vicepresidenta Victoria Villarruel respecto de la marcha atrás que tuvo que dar con el aumento de las dietas para los senadores que están bajo su órbita.
“Para mí tienen que ganar bien. No ganan bien”, justificó la vice en la entrevista que brindó a TN y en la que dejó claro que accedió a suspender el aumento de salarios para los legisladores solo por el pedido del Presidente. Sin el incremento que se pretendía dar, menor al índice de inflación, la dieta de un senador se encuentra por debajo de los dos millones de pesos y, según Villarruel, no resulta suficiente para la responsabilidad que tiene. “Un legislador es la persona que no solamente va a modificar, promulgar y derogar leyes. Es la persona que va a representar a las provincias, en el caso del Senado, y al pueblo argentino, en la Cámara de Diputados. Tienen que ser retribuidos en forma digna”, aseguró, marcando la diferencia con Milei.
Los aumentos salariales de los legisladores van atados a las paritarias que obtienen los trabajadores del Congreso, aunque deben ser ratificados por una resolución que firmaron oportunamente los jefes de ambas cámaras, en este caso Martín Menem y Villarruel, y que dieron de baja días después por la presión política de parte del propio oficialismo.
Como gesto, la Cámara de Diputados anunció ayer la decisión de subastar 46 autos que integran la flota oficial, con dos propósitos: recuperar parte del dinero invertido en la compra de los automotores, en muchas ocasiones de alta gama, y generar un ahorro en su mantenimiento mensual, en línea con recortes de pasajes aéreos, de salas vip en aeropuertos y en gastos en gastronomía y celulares, entre otros puntos.
Villarruel puso, además, la mira en otro asunto que también tuvo al Senado como protagonista en la semana, en especial al bloque del oficialismo, que tan solo con siete integrantes sorprendió por la cantidad de asesores designados, en muchos casos familiares y allegados.
“Entiendo que haya una persona que pueda ser de tu grupo familiar que es tu persona de confianza, pero una. Yo no tengo a nadie contratado de mi familia, pero puedo entenderlo en otros. Cuando lo hablamos con Javier…, Javier tiene a Karina”, citó la vice sobre la designación de la hermana del presidente en la Secretaría General de la Presidencia. El caso emblema fue el de la senadora Vilma Bedia, quien de acuerdo con el propio sitio del Senado donde se publican los empleados de cada despacho en el apartado “personal”, contrató al menos a dos de sus hijos, hermanos, sobrino y hasta su nuera con distintas categorías salariales. También figura la contratación del hermano del jefe del bloque libertario Ezequiel Atauche, al igual que Juan Carlos Pagotto, que sumó a su equipo a Juan María Pagotto.
En principio, se le solicitó a Bedia la separación de sus familiares de la tarea parlamentaria, aunque por el momento no hubo comunicación oficial sobre el apartamiento de los empleados libertarios.
Diplomáticos, afuera. El vocero presidencial, Manuel Adorni, informó también que el Gobierno desvinculó a dos diplomáticos del área de Turismo, que desde hace años cobraban sueldos cercanos a los US$ 10 mil dólares y aparecían como contratados en la Embajada Argentina en París y en el consulado en Miami.
(Fuente: Perfil)