El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) detalló las principales pautas a tener en cuenta en esta época de altas temperaturas cuando el calor y el verano favorece la proliferación de bacterias y de enfermedades transmitidas por alimentos.
Durante la temporada de verano, las altas temperaturas favorecen la proliferación de bacterias que pueden generar enfermedades transmitidas por alimentos (ETA). Estas intoxicaciones o infecciones pueden ser provocadas por el consumo de agua o alimentos contaminados con microorganismos o parásitos, o bien por las sustancias tóxicas que estos producen.
Las infecciones se producen por la ingestión de alimentos que contienen microorganismos vivos perjudiciales para la salud como virus, bacterias y parásitos. Mientras que las intoxicaciones se generan por la ingestión de toxinas o venenos que se encuentran presentes en el alimento ingerido, producidas por hongos o bacterias.
Los principales síntomas que generan son trastornos gastrointestinales como dolor abdominal, diarreas, náuseas y vómitos, a veces acompañados de fiebre. También pueden presentarse síntomas como los ojos hinchados, dificultades renales y visión doble, entre otros.
La duración e intensidad de estos síntomas varía de acuerdo a la cantidad de bacterias o toxinas presentes en el alimento, a la cantidad consumida del alimento y al estado de salud general de la persona.
Es importante destacar que las enfermedades transmitidas por alimentos constituyen un importante problema de salud a nivel mundial. Por eso, es necesario realizar un control exhaustivo de los procesos de elaboración y calidad de los alimentos argentinos, tanto en la materia prima como en los productos, subproductos y derivados de origen animal y vegetal.
Algunas de las enfermedades más conocidas son botulismo, brucelosis caprina, salmonella, síndrome urémico hemolítico y triquinosis.
Recomendaciones de SENASA:
Separar alimentos crudos de cocidos: Usar equipos y utensilios diferentes (cuchillos, tablas de cortar) para manipular alimentos crudos. Conservar alimentos crudos y cocidos en recipientes separados, para evitar la contaminación cruzada.
Conservar los alimentos a temperaturas seguras: No dejar alimentos cocidos a temperatura ambiente por más de 2 horas y enfriar lo más pronto posible los alimentos cocidos y perecederos. No descongelar alimentos a temperatura ambiente.
Cocinar completamente: Especialmente carnes rojas, pollos, pescados y huevos. Hervir sopas y guisos. Para carnes rojas cuidar que no queden partes rojas en su interior y en el caso de los pollos tener en cuenta que la mayor parte de la carne será pálida y solo la sección del hueso será rosada. Recalentar completamente la comida cocinada.
Usar agua y materias primas seguras: Debe ser agua de red o estar potabilizada antes de ser consumida. Lavar las frutas y verduras, especialmente si se van a consumir crudas, y antes de comprar un alimento, controlar que su envase posea la etiqueta rotulada con fecha de vencimiento y número de registro.
Mantener la limpieza: Lavarse las manos con jabón entre 40 y 60 segundos antes y durante la preparación de alimentos, y después de ir al baño. Lavar y desinfectar todas las superficies, equipos y utensilios.
Proteger alimentos y el área de la cocina de insectos, mascotas u otros animales.