El acusado, cuya identidad se mantiene reservada para proteger la identidad de la víctima, podría enfrentar un juicio completo. Además, existe la posibilidad de un juicio abreviado en caso de que llegue a un acuerdo con la fiscalía.
El acusado, un hombre de 41 años, enfrenta cargos por «abuso sexual simple, abuso sexual con acceso carnal en varios hechos en concurso real y amenazas».
La pesadilla de la víctima comenzó cuando apenas tenía 8 años, sometida por su propio tío bajo amenazas de violencia contra su madre y hermanos si revelaba los abusos. El calvario se prolongó hasta que la joven, con 13 años, finalmente se quebró durante una reunión en la iglesia a la que asistía, revelando los horrores que enfrentaba.
La denuncia, presentada en abril de 2022, relata que en el año 2018, cuando la menor tenía entre 8 y 9 años, el acusado aprovechó la ausencia de la madre para atacarla sexualmente en un monte cercano a una escuela. Los abusos continuaron en otras ocasiones, incluso engañándola con la promesa de regalos para llevarla a lugares apartados donde cometía sus atroces actos.
La madre de la víctima, desesperada por la situación, había intentado previamente denunciar los abusos en 2020, pero la comisaría de Piray no tomó en serio la denuncia, catalogándola como «una situación familiar». La revelación en la iglesia finalmente desencadenó una denuncia formal, revelando un historial de abusos sostenidos durante varios años.
El acusado, cuya identidad se mantiene reservada para proteger la identidad de la víctima, podría enfrentar un juicio completo por los cargos mencionados. Además, existe la posibilidad de un juicio abreviado en caso de que llegue a un acuerdo con la fiscalía.