Se trata del jefe comunal de Puerto Esperanza, Horacio Zarza, quien, por decreto, dio marcha atrás con las contrataciones que se realizaron los últimos nueve meses.
Luego de la conflictiva transición entre Alfredo Gruber y Horacio Zarza, este último decidió dejar sin efecto todos los pases a planta permanente y las recategorizaciones que hizo su antecesor los últimos nueve meses en la Municipalidad.
La medida salió publicada en el Boletín Oficial de la Provincia ayer y fue el primer decreto que firmó Zarza tras asumir al frente del Poder Ejecutivo.
Entre los considerandos de la normativa, el alcalde marcó que “Argentina registra tasas de pobreza, marginalidad e indigencia que hacen necesario extremar los recaudos atinentes a la contención del gasto público con destino diverso a la atención prioritaria de aquellas funciones que implican la provisión gubernamental de bienes y servicios públicos primarios, tales como la seguridad urbana, la salubridad, la higiene, la educación y el cuidado de las personas en situación de vulnerabilidad”.
En ese sentido, el Intendente denunció que la gestión de Gruber violó el Régimen Federal de Responsabilidad Fiscal al que se adhirió el Municipio. El mismo obliga a las comunas a no incrementar la relación de los cargos ocupados existentes al 31 de diciembre de 2018 con respecto a la población proyectada para los años sucesivos.
“A diciembre de 2023 se han superado largamente los límites impuestos por la Reglamentación de la Ley de Responsabilidad Fiscal de la Provincia de Misiones. En efecto, teniendo en cuenta que el total de cargos municipales (planta permanente y transitoria) a diciembre de 2018 ha sido de 222 cargos y aplicando los índices mencionados, estos podían incrementarse solamente hasta un total de 239 cargos (planta permanente y transitoria); mientras que a diciembre de 2023 se ha registrado un total de 283 cargos municipales, cifra muy por encima de lo autorizado y estipulado en el régimen mencionado”, argumentó Zarza en su decisión.
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Más denuncias
El decreto marcó también que durante los últimos nueves meses del año pasado “se han registrado tasas inéditas de incorporación de empleados a la administración pública municipal, en muchos de los casos sin relación laboral previa”.
Zarza sostiene en su escrito que los nombramientos de Gruber están teñidos de “propósitos político agonales que reconocen un fin diverso a la protección tuitiva del empleo público y sus finalidades propias”.
“Ninguno de los nombramientos realizados en los últimos nueve meses se ha hecho por medio de concurso público de aptitud y antecedentes conforme lo indica nuestra Carta Orgánica Municipal, ni tampoco se han acreditado las condiciones morales y de conducta, ni obtenido los certificados de aptitud psicofísica para el cargo o función de cada caso”, sostiene el decreto.
Qué pasa con los nombrados
Si bien la normativa habla de 283 cargos municipales, el propio Zarza sostuvo semanas atrás en diálogo con este Diario que hay más de 400 personas trabajando en el estado local, entre los que están en planta permanente y los temporales.
Otra cuestión que denunció en su momento el Intendente, es que Gruber, tras perder las elecciones de mayo, hizo un nombramiento masivo en planta e incluyó, en la nómina, a funcionarios suyos y familiares, entre ellos su esposa.
Ahora, con el decreto, los empleados que se encuentren dentro de las designaciones de los últimos nueves meses, “volverán a sus niveles escalafonarios previos, extinguiéndose de pleno derecho los efectos de sus actos administrativos de recategorización”.