Así lo aseguró Gastón, directivo de una escuela secundaria de gestión pública de la provincia, quien prefirió mantener al resguardo su identidad y la de su establecimiento educativo. En diálogo con Radio Up 95.5, señaló además que “hubo cierta persecución con las planillas solicitadas” y destacó el acompañamiento de los alumnos y padres en el reclamo.
En el marco de una nueva semana de protestas en Misiones, los docentes mantienen sus reclamos en las calles de la provincia. Sin embargo, en algunos establecimientos educativos, algunos maestros continúan con el dictado de clases, sin dejar de apoyar a sus colegas en la lucha por un salario digno.
En este sentido, un directivo de una escuela secundaria misionera, dialogó con este medio donde destacó el compromiso de los docentes con el reclamo, aunque destacó que “las decisiones son personales”.
“El que quiere adherirse a la medida de fuerza puede hacerlo y el que no, participa de las actividades de lucha o puede dar clases. Nosotros tenemos esa postura y desde que comenzó el conflicto, la escuela siempre permaneció abierta”, comentó el director.
“Tenemos docentes que están dando clases, docentes que se adhieren a las medidas de fuerza y eventualmente algunos participan en las actividades como los cortes o las asambleas como también otros no lo hacen”, apuntó.
Así mismo, afirmó que “somos todos adultos, cada uno sabe lo que hace y sabe también los riesgos que corre”.
En esta línea, se refirió a su propia participación en la lucha años atrás, donde reveló que por “malas experiencias”, decidió dar un paso al costado.
“Soy de los que cree que adherirse y quedarse en la casa no tiene mucho sentido. Entonces, si me voy a plegar a una medida, voy a manifestarlo, pero uno siempre corre el riesgo de sufrir represalias”.
Respecto a esas consecuencias, reveló que “me descontaron por un día de paro, que apoyó el gremio mayoritario, $1260.000. Uno no sabe si son represalias, porque a otros colegas que hicieron el mismo paro les descontaron solo $40.000. Si mi sueldo hubiera sido de $127.000 por día, nunca hubiera estado en la lucha, pero lo que me sacaron es una barbaridad”.
Por otra parte, se refirió al sistema de seguimiento de los docentes afectados a las manifestaciones, y explicó que “tenemos una planilla de asistencia, que siempre existió, y que se eleva mensualmente. Desde que comenzaron los conflictos, por resolución, se estableció que los días que hay medidas de fuerza hay que elevar una planilla semanalmente”.
En este sentido, indicó que “se decidió desde la supervisión, para que no sea algo tan persecutorio, directamente presentarla todos los días a la planilla, no aquellos días que hay medida de fuerza”.
“En este tiempo, luego de dialogar con mi superior, decidimos que no ibamos a presentarlas y que, si la exigían, veríamos que correspondía. La realidad es que la que corresponde es la de asistencia mensual, porque esta se hizo con fines de control de quién está herido a los paros y quién no”, comentó el directivo.
Sin embargo, reveló que aún así, “los descuentos no fueron atados a esa planilla y ya van dos semanas que no estamos presentándola. Realmente desconozco como se efectúan los descuentos, porque hay docentes a los que se les descontaron $40.000 otros $50.000 y otros $120.000”.
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En tanto, se refirió a la complejidad de lo especificado en los recibos de sueldo de los maestros, donde aseguró que “hay que ser especialista y estudiarlo para comprenderlo” e incluso revelpo que “dentro de los de los gremios que están en lucha están dando capacitaciones para entender como leerlo”.
“Ahora este año se volvió a cambiar el recibo y no hay una lógica para los descuentos. Es más, en muchos casos, esto es dicho por otros colegas, se reclama y reintegran después de tres meses, con lo que significa hoy con la inflación que hay, y reintegran una parte, no todo, más allá del supuesto ahorro que significa para el gobierno estos descuentos, que claramente tienen un sentido marcado de presión”, apuntó el directivo.
Por otra parte, ahondó en la representatividad de los dirigentes gremiales y afirmó que “desgraciadamente las estructuras ya están viciadas”.
Tomando como referencia al gremio UPDM, al cual pertenece, el directivo sostuvo que “es un sindicato que, en su momento, era muy combativo y de esa manera no logró nada. Cuando uno de sus secretarios adjuntos pasó a ser concejal de Posadas, volvió y fue presidente del consejo hasta hace poco, comenzaron a verse algunos cambios”.
“Hubo un cambio de dirección cuando el gremio se puso más conciliador, pero ahí pasó a ser parte del gobierno educativo y se perdió el rumbo. Ya el presidente del consejo pertenecía al gremio, al igual que el subsecretario de Educación, formando parte de la patronal al cual el gremio debe combatirle los salarios”.
“Hubo ciertos logros, pero el sindicato pierde el sentido cuando está dentro del gobierno educativo”, agregó.
Por último, destacó el compromiso y acompañamiento de las familias y alumnos, quienes en algunos casos incluso se sumaron a las manifestaciones.
“En el caso de nuestra escuela, hubo días en los cuales directamente no hubo clases porque era libre la asistencia y todos los docentes estaban adheridos. Incluso, en muchos casos, los padres y algunos alumnos acompañaron en el corte”, comentó.
En tanto, destacó que, desde la semana pasada, comenzó una leve normalización del funcionamiento escolar.
“Los chicos van volviendo a las aulas y si bien a día de hoy hay más docentes adheridos que los que no están adheridos algunos cursos si tienen clases”, explicó.
De igual manera, señaló que “ningún padre cuestionó la medida, porque saben cuál es la realidad”.