Luis Batirola, productor y secretario gremial de ACTIM, resaltó la falta de respuesta por parte del gobierno y consideró que «sacaron la ley y hasta ahora no saben qué hacer con ella».
En una entrevista exclusiva con “Primera Vuelta” por Radio Up, Luis Batirola, productor tabacalero y secretario de la Asociación de Campesinos Tabacaleros Independientes de Misiones (ACTIM), nos brindó una mirada profunda sobre la situación actual de la producción de tabaco en la localidad de Panambí.
Con respecto a la extensión de cultivos en la región, Batirola comentó: “Cada uno tiene una superficie chica y aprovecha para producir el tabaco. Una producción pequeña ronda entre 20 mil y 40 mil plantas, serían dos hectáreas y media”.
Uno de los principales temas que inquietan a los productores es la ley del glifosato.“La ley del glifosato nos deja muy preocupados, no es que estemos a favor, pero la realidad nos lleva a usar eso porque si tenemos que volver a los tiempos de antes, quedaría solo un 40% de los productores. No hay ningún producto que venga a reemplazarlo”, explicó. Esta preocupación surge debido a las limitaciones en el uso del herbicida, lo que podría afectar significativamente la productividad y supervivencia de muchos agricultores.
Respecto al diálogo con el gobierno y las autoridades competentes, Batirola lamentó: “No tuvimos diálogo ni capacitación, ni novedades ni comentarios de que se hayan acercado a charlar. Es marketing del gobierno que sacó la ley y ahora no saben qué hacer con eso”. Esta falta de comunicación y orientación por parte de las autoridades ha generado incertidumbre entre los productores, quienes buscan soluciones viables para mantener sus cultivos.
El uso del glifosato, aunque controvertido, fue visto por muchos productores como una necesidad económica. Batirola explicó: “Sería más caro para nosotros no usar glifosato por la mano de obra, nos facilita un montón porque si tuviéramos que hacer la producción sin ello, no se va a producir ni la mitad. Se merma la producción y caería mucho”. Señaló además como un factor sin solución la falta de un insumo que reemplace la función del glifosato en la plantación, ya que deberían reemplazarlo por trabajo humano, justo cuando se dificulta conseguir mano de obra para el campo, además del costo que eso tendría. Esta situación muestra cómo la rentabilidad del cultivo de tabaco está estrechamente vinculada a la disponibilidad de herramientas y prácticas que permitan mantener los volúmenes de producción.
Hablando sobre la rentabilidad de la industria, Batirola señaló: “La rentabilidad está en una situación complicada por los recursos que no alcanzan debido a la inflación, y desde Nación hay empresas que no están pagando lo que corresponde. Todavía el sector se sostiene por la cobertura de salud; muchos siguen produciendo por eso”, afirmó.
Finalmente, el entrevistado destacó la preocupante situación del tipo de cambio y su impacto en la producción local: “12 millones de kilos se fueron de la provincia, el gobierno provincial no está haciendo nada más que beneficiarse del productor tabacalero. Si no se toman medidas, el 60% de la producción se irá a Brasil”, explicó.
El productor destacó la necesidad de implementar políticas efectivas para apoyar a los productores y fortalecer la industria tabacalera en la región así como también la importancia de un diálogo entre los productores y las autoridades para encontrar soluciones sostenibles y beneficiosas para el sector agrícola de la región.
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