Desde muy temprano productores autoconvocados se juntaron en modo asamblea en la rotonda de la Ruta 14, en Campo Viera, para tratar sobre lo que sienten como una forma de persecución con fines recaudatorios por parte de organismos del Estado que “bajan exigencias incumplibles o establecen multas millonarias para las familias que viven de lo que producen.
“Podés tener uno, dos, cinco o diez personas trabajando en blanco, pero si no tenés el guinche, estás en infracción”, se quejó uno de los productores que tomaron la palabra en la asamblea improvisada donde el tono fue subiendo a medida que se conocían los casos particulares que les tocó vivir a cada uno de los presentes.
Este último viernes circuló un crudo audio de una productora yerbatera de la zona centro, en la que la mujer verbalizaba su descontento y desazón frente a las inspecciones del Ministerio de Trabajo, la UATRE y la AFIP, entre otros organismos, en busca de irregularidades laborales en los yerbales.
El productor y dirigente agrario Cristian Klingbeil anunció ese mismo día la realización de una asamblea de productores y tareferos autoconvocados en Campo Viera, en rechazo a las “cinematográficas” inspecciones del Ministerio de Trabajo, Uatre, AFIP y otras entidades, en busca de supuestos obreros esclavizados. Klingbeil advirtió que en la zona centro, no se recolectó ni la mitad de las hojas que tenían que cortarse en la zafra yerbatera.
“Somos gente laburadora y no delincuentes”. Bajo esa consigna, este sábado 5 de agosto desde las 8 comenzaron a concentrarse los productores yerbateros y tareferos en la rotonda de la ruta nacional 14 y la ruta provincial 6, a la altura de Campo Viera.
Según los organizadores con esta reunión de colonos y tareferos autoconvocados, buscan frenar “la persecución de la que están siendo víctimas los obreros rurales, productores y cuadrilleros por parte del Estado”, como si se tratase de narco criminales.
Al respecto del conflicto, el dirigente agrario Cristian Klingbeil dijo a Radio Up 95.5 que la necesidad de la asamblea surgió en las últimas horas a raíz de la “escandalosa la persecución que sufrieron los productores, los obreros rurales, los cuadrilleros, en todas las chacras de yerba mate, con controles realmente de película. Entran un montón de camionetas y un montón de gente en la chacra, como si fuese que están buscando narco-criminales. Es como que salen a cazar a verdaderos delincuentes, porque así, así nos estamos haciendo sentir”, admitió el dirigente.
Ante la consulta de este medio, Klingbeil comentó que aún no tienen precisiones sobre los organismos estatales involucrados en estos controles, aunque añadió: “Puedo confirmar que están del Ministerio de trabajo de la Nación, con la gente de Uatre. Estos, estamos seguros que están entrando. Después tenemos la AFIP. Tengo información que tengo que confirmar, pero algunos hablan hasta que incluso cayó gente del Ministerio de Salud en la chacra”, detalló el referente de la Asociación de Productores Agrarios de Misiones.
Para Klingbeil “es muy, muy llamativa, la cantidad de camionetas que estamos viendo entrar, en las colonias y de la manera que entran como atropellando. Hay escenas cinematográficas y temor del mismo obrero”, planteó el referente yerbatero. Y retrucó: “Fijate que si el obrero realmente estaría trabajando de manera esclavizaba, como dicen algunos livianamente, que no tienen noción de lo que están diciendo, ellos (los tareferos) iban a ser los principales en tratar de no quedarse sin denunciar al que lo está tratando de esclavo. ¿No? Y los mismos obreros son los que disparan (huyen) de los controles”, consideró Klingbeil.
En consecuencia, Klingbeil puso de relieve que no hay delitos y que no es el productor el equivocado, sino las autoridades, que por “la forma y las cosas que te exigen”, hacen que “el mismo obrero (huya) atravesando chacras y deja su tijera, su serrucho, sus cosas y no quiere saber nada que lo que lo identifiquen en un control”.
Según Klingbeil, los tareferos huyen no por presión de los productores, sino de motus propio. “Esto que pasó a ayer acá, pasó también en muchos lugares, en Alem, en Guaraní, en la Zona Centro, y días anteriores en Campo Ramón. Después (los tareferos) vuelven a buscar los raídos, pero le escapan a estos controles”, señaló.
Más que controles, «asaltos»
“Es como que te vienen a asaltar y no logras defenderte de un asalto. Bueno, así, así es lo que está resultando de estos operativos que están llevando adelante en la zona centro”, disparó Klingbeil en una fuerte comparación entre funcionarios del Estado y asaltantes callejeros.
Respecto de la intervención de autoridades provinciales, Klingbeil dijo haberse puesto en contacto con el presidente del INyM, Juan José Szychowski a quien le presentará documentación. “Estamos escuchando versiones que por ahí nos dicen que, bueno, esto se lleva adelante porque en el INYM hay muchas denuncias de menores trabajando en los yerbales”, contó Klingbeil.
En cuanto a la convocatoria de hoy sábado, cuando un centenar de productores concurrieron a contar sus pesares, afirmaron que buscan ser llamados al diálogo con las autoridades, para que “todos podamos trabajar tranquilos y no estar escapando como como como delincuentes”
“No le escapamos al diálogo, lo que nosotros no queremos es esta persecución a los productores, a los cuadrilleros, a los obreros. Queremos ver qué cosas son cumplibles de las cosas que están pidiendo. Y qué cosas podemos no solucionar. Ahí vemos cómo tratar de arreglar estas cosas para que, bueno, todos podamos trabajar tranquilos y no estar escapando como delincuentes”, analizó Klingbeil, añadiendo que, al ser un conflicto reciente, aún no tuvieron contactos personales con funcionarios provinciales.
No obstante, Klingbeil anticipó que invitará al ministro del Agro, Facundo López Sartori, y a la de Trabajo, Silvana Giménez, y también al presidente del INYM Szychowski. “Esperemos que se acerquen y escuchan los productores que quieren alguna respuesta a lo que está pasando”, planteó.
Suspensión de la zafra en la zona centro
Asimismo, Klingbeil anticipó que “el primer pedido va a ser que se suspenda ya este este atropello, estos controles” y se designarán representantes de los autoconvocados para formar parte de una mesa de diálogo con el gobierno. Y aclaró que no habrá delegados rurales o representantes de asociaciones rurales hablando. “Si viene la gente de los distintos ministerios, bueno, van a tener también posibilidad de hablar y bueno, veremos que respondan las inquietudes y que tienen los productores, los prestadores servicios. Acá no hay representación. No va haber delegado. O representante de los tareferos, sino que el autoconvocado va a ser protagonista, así no hay entidades o asociaciones que se lleven la bandera”, puntualizó.
Klingbeil confirmó además que hay una suspensión de la zafra yerbatera en la zona centro. “Esta semana, prácticamente se levantó menos de la mitad de los kilos de raído, que se deberían haber cosechados. La mayoría han parado la cosecha ante el miedo a la inspección. Es muchísima la gente que no ha ido a laburar”, subrayó.
El audio de una productora yerbatera que impactó en las redes sociales
“Estamos en un grupo también de vecinos auto convocados de la zona centro dado que estamos todos con la cosecha parada, la gran mayoría de los medianos y pequeños colonos por el tema de las camionetas, las famosas camionetas que están circulando y entrando en cada casa, picada, chacra… Como dijo el candidato a presidente (Sergio Massa), voy a ir a visitarlos en las casas y en las chacras bueno, pero solo que no dijo que con la AFIP, con Gendarmería, con el Ministerio de Trabajo”, expresó la productora.
“En un país quebrado con un gasoil a $400 el litro, no sabemos dónde puta meternos”, bramó la mujer, insistiendo en que está “realmente indignada, asqueada de todo esto. Y uno sigue luchando y parece un delincuente para trabajar. La hoja (de yerba) cayendo y nos vienen a exigir casco, Spencer, hotel, gente, ¡qué están haciendo con nosotros? Van a quebrar la economía regional y vamos a quedar mirando y aplaudiendo”, se quejó.
Asimismo, la mujer admitió haber estado “tan indignada” que se puso a llorar. “¿Qué nos pasa como misioneros? Qué nos pasa como misioneros que vinieron nuestra gente de Europa, hicieron lo que hicieron, levantaron a este país y esta provincia y nosotros estamos hecho unos (…) pelotudos. Estamos como delincuentes para trabajar. Que nos persigan con gendarmería. ¿Qué es eso? Y nos vienen a hablar de democracia. ¿Qué democracia? ¿Exigir que un tarefero tenga casco? Estoy tan indignada, gente que yo no, discúlpenme, pero no, no aguanto la amargura y la tristeza que tengo”, remató la mujer.