En el año pasado, el municipio tuvo un incremento de ingresos propios del 58% y de otras jurisdicciones del 41%, cuando la inflación alcanzó el 211%. Los pasivos del municipio en el año fiscal pasado, ascienden a los $ 5.593 millones y se mantiene una deuda con la provincia, de la cual, la mayor parte es por los bonos CEMIS, por $545 millones.
Este jueves, el Concejo Deliberante Municipal aprobó el ejercicio fiscal del municipio de Posadas correspondiente al 2023, destacando que hubo más ingresos que egresos y reconociendo pasivos por $ 5.593.938.019,40
Asimismo, el ejercicio confirma deudas con la provincia por $551.917.815,85, de los cuales $545.819.005,50 corresponden a los bonos CEMIS.
Según el ejercicio fiscal aprobado, la municipalidad tuvo activos por $17.105.025.444,35 y pasivos por 5.593.938.019,40 y de acuerdo a la presentación de los números, hubo más ingresos que egresos, tanto en 2022 como en 2023.
Sin embargo, el informe sobre las cuentas del municipio, demuestra que la administración que encabeza el intendente Leonardo Stelatto es totalmente dependiente de la coparticipación, al punto que, de no poder pagar sueldos si no se reciben estos fondos federales.
De acuerdo con el balance aprobado, el municipio recibió en 2023, $15.226.230.764,89 de coparticipación, otros $20.000.000 de créditos y $130.400.967,67 de aportes no reintegrables. En conjunto, estos ingresos de otras jurisdicciones aumentaron un 41,79%.
Mientras que por ingresos de la jurisdicción municipal –por comercios, inmuebles, rodados y tasas municipales, entre otros ingresos–, que aumentaron un 58,05%, el municipio percibió $21.357.260506,01 Los ingresos de capital, con un incremento del 0,15%, alcanzaron los $56.443.744,61.
Sobre estos datos, el contador nacional Nicolás Bordón, advirtió que “la coparticipación casi iguala a los ingresos corrientes. Es decir que, si no fuera por la coparticipación, el municipio no tendría ni siquiera para pagar sueldos, porque con todo lo que el municipio recibe de coparticipación se paga sueldos y la carga social”.
“Viene a la provincia de manera bruta, la provincia toma para pagar cargas sociales, en este caso sería el pago de IPS (Instituto de Previsión Social) y antigüedad, etc., y deposita el neto al municipio. El municipio lo que hace con ese dinero es pagar los sueldos. Si no hubiera la coparticipación, por la que tanto se queja (el oficialismo) durante todos estos años, el municipio no tendría para pagar sueldos”, subrayó el CPN.
Por otra parte, Bordón confirmó que estos porcentajes de ingresos confirman la contracción económica, porque la inflación del 2023 fue del 211% y los ingresos apenas fueron una cuarta parte de la suba generalizada de precios en el último año del gobierno del expresidente Alberto Fernández.
Otro de los datos que destaca el balance aprobado por el Concejo Deliberante, tiene que ver con el Patrimonio Municipal, las Cuentas Patrimoniales y el Resultado del Ejercicio.
“El resultado financiero da negativo, por lo cual, el balance compara con el presupuesto patrimonial, pero hay una incongruencia ahí porque son dos situaciones totalmente diferentes. El patrimonial (patrimonio municipal) es algo estático y el resultado financiero (cuentas patrimoniales) es algo dinámico. O sea, contablemente e impositivamente están tomadas malas mediciones para hacer el comparativo”, consideró el contador.
En esta línea, Bordón remarcó que “si bien creció el activo, pero ¿cómo crece? El residuo pasivo nunca estuvo tan alto con respecto a años anteriores”, alertó Bordón sobre el fenomenal incremento de estos pasivos, que de acuerdo al ejercicio municipal, alcanzó los $4.898.267.069,69 (de los cuales $4.730.431.620,04 corresponden al 2023)
Sobre esto, Bordón argumentó: “El municipio de alguna manera, ha refinanciado o ha tomado más residuos pasivos que son aquellos pasivos a cancelarse en años próximos. O sea, sumaría todos los pasivos de años anteriores al presupuesto actual, y lo llevaría a cancelar, en años posteriores. De alguna manera, el municipio trata de disfrazar los números con estimaciones o con predicciones totalmente erradas”, explicó el contador, recordando que el 2023 fue un año de elecciones, con las típicas alteraciones relacionadas a los años electorales.
“Obviamente hubo elecciones de por medio, no hubo presupuesto (sancionado) a nivel nacional. Y es una manera de maquillar un poco la situación económica y decir, ‘bueno, no me dieron los números por culpa de decisiones políticas a nivel nacional’ y bueno, tiene su (condicionante) política también”, enfatizó Bordón.
Y amplió: “todas estas estimaciones presupuestarias, tienen que tener tres escenarios posibles, el peor escenario, el escenario más o menos estable o el mejor de los escenarios y desde ahí plantearte, los objetivos. El municipio no lo hace y estima de acuerdo a decisiones políticas futuras probabilísticas, y que después no le dan los números. Esa es mi conclusión contable y política”, subrayó el contador.
Por otra parte, uno de los datos más impactantes que muestra el ejercicio contable aprobado, es el que refiere a las deudas del municipio con la provincia que alcanzan los $551.917.815,85. De este monto de deuda, los bonos CEMIS conforman un pasivo de $545.819.005,50.
Estos bonos emitidos a fines de los 90s, “no se pagan hace como 20 años. Esos bonos ya caducaron, ya vencieron y la provincia no tiene dinero. Entonces lo que hace es (declarar) a emergencia económica y solucionan todo eso. Tapan el sol con el dedo. Para mí el Estado está en default técnico, al no pagar esos compromisos porque no sabe cómo generar dinero para hacer frente (a las deudas en bonos)”, sentenció Bordón sobre las declaraciones de emergencia económica que permiten al Estado provincial, no pagar deudas.