En diálogo con “Segunda Página”, Luis Pastori, dirigente del radicalismo de Misiones, brindó una mirada crítica sobre la situación actual de la Unión Cívica Radical (UCR) y la política argentina en general. Con años de trayectoria dentro del partido centenario, Pastori abordó el declive de los liderazgos dentro de la UCR, el impacto de nuevas fuerzas políticas como la de Javier Milei, y los desafíos económicos del país. Además, se refirió al marco político en la provincia tras el caso Kiczka.
La irrupción de Milei y el quiebre de los partidos tradicionales
En primer lugar, Pastori se refirió al surgimiento de figuras como Javier Milei en el marco político nacional. Para él, figuras como las del actual presidente, provocaron un quiebre en las estructuras partidarias tradicionales en Argentina. “La irrupción de Milei vino a romper la estructura de los partidos políticos en la Argentina tal cual como la conocíamos”, afirmó el dirigente radical.
Según su análisis, este fenómeno se manifiesta claramente en el Congreso, donde tanto en el bloque de diputados como en el de senadores, los diferentes sectores políticos votan de manera dividida, lo que refleja una fragmentación no solo dentro del radicalismo, sino también en otros partidos como el PRO y hasta en la propia Libertad Avanza.
Además, Pastori señaló que la gente observa esta falta de unidad con asombro, sobre todo en un contexto de crisis económica. “En medio de tanto sufrimiento por la cuestión económica, salarial, el desempleo, la inflación y la inseguridad, la gente ve que, en vez de juntarse para solucionar estos problemas, los políticos parecen preocuparse por quién tiene más fuerza o quién le gana a quién”.
Un radicalismo sin liderazgo claro
Uno de los puntos clave que analizo Pastori, fue la situación interna del radicalismo. El dirigente describió un panorama en el que la UCR, a diferencia de otras fuerzas políticas, carece de un liderazgo definido. “Hay una oposición encarnada en la Unión Cívica Radical en donde no hay un liderazgo claro. El presidente del partido, Martín Lousteau, claramente no es el líder que los grandes partidos suelen tener”, expresó.
Esta falta de un liderazgo fuerte en la UCR llevó a votaciones divididas dentro del propio bloque radical, como ocurrió en la reciente discusión sobre la movilidad previsional en diputados. “Estamos hablando de espacios políticos, no de partidos. Estos espacios son bastante difusos, donde depende de la ley, votan de una manera o de otra”, subrayó Pastori.
La polémica del “panquequismo”
Uno de los temas más polémicos en torno al radicalismo es la acusación de “panquequismo”, término que Pastori fue enfático en rechazar. “Yo no hablo de panquequismo ni me gusta el término. Quiero dejar muy clara mi opinión: no me gustó el voto de los cinco diputados del bloque radical. Si me hubiera tocado votar, no lo hubiera hecho de esa manera”, explicó.
Sin embargo, el dirigente también señaló que es injusto acusar a los individuos por la desorganización general del partido. “No le podemos hacer responsable al individuo de la desorganización que hoy es la UCR. Tampoco soy de aquellos que piden sangre o que hay que expulsar a los diputados que votaron diferente”.
Las tensiones dentro del bloque radical
Por otra parte, Pastori comentó que uno de los diputados que votó en contra de la postura mayoritaria del radicalismo fue Martín Arjol, quien justificó su voto basado en la situación fiscal del país. “Arjol explicó que el presidente le comentó la situación fiscal con lujo de detalles, y que el objetivo central del Poder Ejecutivo es mantener el equilibrio fiscal”, relató Pastori. Aunque reconoció que esta explicación tiene cierta lógica, él no la comparte completamente y cuestionó la reunión entre Arjol y el presidente, calificándola de “contraproducente”.
En tanto, Pastori también se refirió a la situación económica actual, criticando al gobierno por la falta de un presupuesto adecuado y por modificar el presupuesto de 2023 en un 135%, lo que considera excesivo en relación con la inflación. “La inflación acumulada al 31 de agosto es del 95%, pero el presupuesto fue modificado un 50% más que la inflación”, denunció el dirigente radical.
En cuanto a la gestión de Javier Milei y su logro de un superávit fiscal, Pastori señaló que un tercio de ese ajuste se hizo a costa de los jubilados y pensionados, lo que, a su juicio, representa una pérdida significativa de poder adquisitivo para un sector históricamente desprotegido. “Es triste que un tercio de ese logro sea a costa del sufrimiento de los jubilados. Es una realidad dura”, agregó.
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El caso Kiczka en Misiones y el accionar de los legisladores
Por otro lado, Pastori también expresó su opinión sobre el controvertido caso del exdiputado Germán Kiczka en la provincia de Misiones. Este caso causó gran conmoción tanto en el arco opositor como en el oficialismo, y Pastori no dudó en criticar la gestión del mismo por parte del gobierno provincial.
Según el dirigente, “hubo un aprovechamiento político indiscutible por parte del oficialismo provincial de renovación”. Además, señaló que Kiczka presentó su renuncia casi inmediatamente después de que se conociera el hecho.
Además, Pastori cuestionó el manejo de la renuncia y el desafuero en la Cámara de Diputados, afirmando que se podría haber actuado de manera más eficiente: “Con el solo expediente de aceptarle la renuncia se lograban dos cosas: cesarlo como diputado y dejarlo sin fueros”.
Sin embargo, la Cámara, que estaba en receso, no trató la renuncia de inmediato, lo que prolongó la situación y permitió que Kiczka siguiera siendo diputado durante más tiempo del necesario.
En relación con la comisión investigadora creada para abordar el caso, Pastori fue crítico, calificando la situación de innecesaria y señalando que la investigación ya estaba en manos de la justicia. En sus palabras: “La comisión investigadora que prevé la Constitución es para aquellos casos en que un diputado tiene una conducta impropia de un legislador”, pero este no era el caso, ya que Kiczka estaba siendo investigado judicialmente.
Pastori también mencionó un antecedente en la provincia de Misiones, cuando en 1984 dos diputados fueron expulsados por una conducta impropia. En ese momento, la Cámara actuó de manera inmediata, algo que, según Pastori, no sucedió con el caso de Kiczka: “A la semana siguiente asumieron sus reemplazos”, señaló, sugiriendo que lo mismo debería haber ocurrido en esta situación.
Finalmente, Pastori expresó su preocupación por lo que considera un manejo autoritario de la situación por parte del oficialismo: “Estamos rozando el límite peligrosamente de lo totalitario”, advirtiendo que no se puede castigar a una fuerza política por el comportamiento de uno de sus integrantes.
En cuanto a la sucesión de Kiczka, Pastori fue claro en su postura: “El próximo jueves o la próxima sesión que haya, debe asumir Javier Mela”, afirmando que cualquier otra decisión sería un acto de desproporcionalidad que rompería con la voluntad popular expresada en las elecciones.