El oficialismo decidió no avanzar con la sesión prevista para este viernes en la que se analizaría la designación de Ariel Lijo como juez de la Corte Suprema de Justicia. A pesar de contar con el dictamen correspondiente, las posibilidades del magistrado para integrar el Máximo Tribunal se han debilitado considerablemente.
La Corte Suprema quedó reducida a tres miembros tras la jubilación de Juan Carlos Maqueda a fines de 2024, situación que el Gobierno busca revertir con el nombramiento de dos nuevos jueces. Los candidatos propuestos son Ariel Lijo y Manuel García Mansilla. Sin embargo, solo el pliego de Lijo obtuvo las nueve firmas necesarias para ser tratado en el recinto, mientras que la postulación de García Mansilla enfrenta resistencia dentro del Senado, especialmente de sectores que exigen que al menos una vacante sea ocupada por una mujer.
La sesión del Senado estaba programada para este viernes, último día del período de sesiones extraordinarias. En ella, además de la designación de Lijo, se debatirían otros temas como la suspensión de las PASO, el juicio en ausencia, reincidencia y reiterancia, y la ley antimafia. No obstante, en las últimas horas las expectativas del oficialismo se desmoronaron ante la falta de garantías de contar con el quórum necesario. Finalmente, la sesión fue cancelada antes del mediodía, sin que se hubiera realizado una convocatoria formal.
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Una alternativa por decreto
Ante la imposibilidad de lograr la aprobación en el Senado, el Gobierno analiza la posibilidad de avanzar con las designaciones por decreto. De no obtener el aval legislativo, los nombramientos podrían publicarse en el Boletín Oficial la próxima semana, antes del inicio del período ordinario de sesiones, cuando esta vía ya no estaría disponible.
Sin embargo, esta alternativa enfrenta obstáculos. Ariel Lijo ha expresado su negativa a asumir por decreto, ya que ello implicaría que su nombramiento quede condicionado hasta la renovación del Congreso, momento en el cual el Gobierno debería revalidar su designación por la vía legislativa. En ese escenario, Lijo perdería su cargo en el fuero federal, al que debería renunciar para asumir en la Corte.
Por su parte, García Mansilla también había manifestado reparos ante esta opción, aunque fuentes oficiales sostienen que finalmente habría accedido. En tanto, el puesto que inicialmente estaba destinado a Lijo podría ser ocupado por otro jurista alineado con el Gobierno, quien asumiría mediante decreto.
(Fuente: TN)