El oficialismo de La Libertad Avanza y sus aliados del PRO y partidos provinciales, contaría con los números para impedir que los dos tercios de los diputados insistan con la ley vetada por el presidente Javier Milei. Los legisladores de la Renovación, y el radical Arjol, podrían cambiar su voto de junio.
Este lunes, el gobierno nacional publicó el veto total a la recomposición de haberes jubilatorios aprobada en el Congreso y ahora el presidente Javier Milei apuesta a la división del bloque de la UCR y el acompañamiento de los bloques que responden a partidos provinciales, para que la oposición no alcance los dos tercios para insistir con la nueva fórmula que mejora en un 8% las jubilaciones y pensiones. En ese escenario, los votos de los siete diputados por Misiones, cobran especial valor: cinco de ellos votaron a favor de la nueva fórmula previsional en junio y en la Casa Rosada esperan que cambien su voto.
En La Libertad Avanza confían en que el veto no será rechazado en la Cámara de Diputados, principalmente porque el bloque de la Unión Cívica Radical no mantendrá la unidad que tuvo para votar a favor del aumento a los jubilados, que según la Oficina de Presupuesto del Congreso, tiene un costo fiscal de 0,44 del Producto Bruto Infantil (PBI).
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Según el portal LPO, en la Casa Rosada creen que ya tienen garantizados 82 de los 87 votos que necesitan para bloquear el rechazo. Esos 82 votos se alcanzarían con los 37 diputados de La Libertad Avanza, los 37 del PRO, los 3 del MID, los 3 tucumanos que responden a Osvaldo Jaldo y las 2 integrantes del bloque de Carolina Piparo. A ellos podrían sumarse los dos legisladores del bloque Producción y Trabajo que responden al gobernador de San Juan, Marcela Orrego, y la tucumana de Creo Paula Omodeo, cercana al oficialismo. Los tres se abstuvieron durante la votación del aumento a jubilados.
En cuanto a los renovadores Alberto Arrúa (un dirigente del PJ Misiones), Daniel Vancsik, Yamila Ruiz y Carlos Fernández y el radical Martín Arjol, los cinco votaron a favor del proyecto que obtuvo la media sanción el 5 de junio en la Cámara de Diputados de la Nación. Cómo votarán en caso de que se impulse el rechazo al veto, es una incógnita. Los renovadores casi invariablemente votan con la Casa Rosada y de ausentarse, abstenerse o no votar a favor de insistir con la ley, demostrarán una vez más su alineamiento con el oficialismo nacional.
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La apuesta de Milei es que el veto se sostenga en Diputados con la ayuda de diputados del radicalismo que responden a los gobernadores Alfredo Cornejo (Mendoza) y Gustavo Valdés (Corrientes), además de un grupo de radicales sin jefe que se ubica cerca del oficialismo y no responden a la conducción del bloque. Asimismo, en el oficialismo y el PRO también apuestan a conseguir algunas ausencias entre los diputados de gobernadores aliados, como los salteños, misioneros y catamarqueños.
También confían en alguna ayuda de los patagónicos. En una hipotética sesión las ausencias serán clave porque bajarían el número para alcanzar los dos tercios. De todas formas, si prospera una sesión para insistir con la ley, el costo político de acompañar el veto que perjudica a los jubilados y pensionados, será importante.
En este escenario, el peronismo y los diputados que empujan el proyecto no intentarán voltear el veto presidencial porque si no alcanzan los dos tercios no podrían volver a tratar el tema hasta que venza el período parlamentario.
