El abogado visitó los estudios de Radio Up 95.5 y abordó temas clave de la actualidad argentina, desde la democratización sindical hasta el funcionamiento del Congreso Nacional y las problemáticas del sistema judicial.
En diálogo con “La Última Rosca”, Maldonado analizó el debate sobre la reforma de la Ley de Asociaciones Sindicales (Ley 23.551), el cual quedó pendiente este martes tras la falta de quórum en la cámara de Diputados.
“Es una cuota pendiente desde hace bastante tiempo. Esta ley fue confeccionada en un período de demasiada debilidad política, durante la época de Alfonsín. Hoy se busca darle un manto de renovación y claridad para que los trabajadores puedan participar más activamente de sus organizaciones sindicales”, explicó.
El abogado destacó que una de las principales modificaciones en discusión es el límite de mandatos: “No pueden excederse de dos mandatos. Hoy las comisiones directivas de sindicatos grandes tienen más de 30 integrantes, lo que dificulta aún más la participación de las minorías. Si se concreta la reforma, se busca alternancia en el poder y mayor transparencia”.
Sesiones legislativas: “la sanata de la democracia”
Maldonado no dejó pasar la oportunidad para criticar el funcionamiento del Congreso Nacional, donde, según él, la falta de quórum se transformó en una herramienta de presión política: “La democracia bien entendida es aquella donde te sentás, conversás y analizás los puntos de vista hasta llegar a un resultado. Pero hoy, la falta de quórum da lugar a la rosca política y al precio que cada uno le pone a las leyes”.
En este sentido, propuso una solución radical: “¿Por qué no sesionar con los diputados o senadores que estén presentes? Los que no asisten deberían dar explicaciones públicas. Si no tienen ganas de trabajar o priorizan otras cosas, que den un paso al costado. No es obligatorio lo que hacen”.
Además, enfatizó que “no exigimos al resto de la sociedad lo que no les exigimos a ellos. Son personas que reciben una dieta mensual pagada por todos nosotros. No pueden simplemente no asistir porque estaban jugando al golf o llevando al chico al colegio”.
Otro tema que Maldonado abordó fue el manejo de los fondos fiduciarios. “A principios de año nos encontramos con un Grabois que manejaba cajas de 1 billón de pesos anuales, otros fondos como el de Abuelas de Plaza de Mayo con 5.000 millones, y así una lista de fondos que no cumplían ninguna función. Algunos ni siquiera se usaban pese a tener presupuesto asignado”, denunció.
“Es para agarrarse la cabeza”, expresó, calificando el sistema como “Argentina en su máxima expresión”. Entre los nombres de los fondos, mencionó el de Refinanciación Hipotecaria y el de Asistencia Directa a Víctimas de Trata, sobre el cual opinó: “No se trata de dar subsidios. No es recordarles todos los meses el trauma, sino ayudarlas a salir de esa posición de vulnerabilidad”.
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Sistema judicial: un salvoconducto para la impunidad
Finalmente, el abogado se refirió a recientes controversias judiciales relacionadas con la autopercibida identidad de género de los detenidos. “Hemos tenido casos donde personas condenadas por delitos graves se autopercibieron mujeres y fueron trasladadas a pabellones femeninos. En uno de estos casos, un hombre violó a varias internas y dejó a una embarazada. Esto es inaceptable”, declaró.
Maldonado respaldó la decisión del presidente de limitar estas “chicanas jurídicas”: “El fin de las penas es la resocialización, no que las personas encuentren resquicios legales para seguir cometiendo delitos. Esto no debería ni siquiera ser un tema de debate si tuviéramos un poder judicial sano, sin injerencias políticas”.
Finalmente, Maldonado reflexionó sobre el estado del sistema político y jurídico en el país. “Leyes hay de sobra, pero no se aplican. En Argentina, lo que falta es acción y compromiso. Los ciudadanos están cansados de la inoperancia. Hoy hay vientos de cambio, y es fundamental que esta renovación sea genuina y efectiva”, completó.