El presidente del Comité Provincial de la Unión Cívica Radical (UCR), Rodrigo De Arrechea, se mostró profundamente crítico con la decisión del Tribunal Nacional de Ética de expulsar a dirigentes como Martín Arjol y Mariano Campero. Según De Arrechea, esta medida no solo carece de fundamento, sino que también daña gravemente al partido en las provincias.
“Es una decisión equivocada de un partido nacional que está encerrado en el Obelisco y en el Conurbano”, afirmó De Arrechea en diálogo con “El País de la Libertad” de Radio Up 95.5, quien además señaló que la falta de perspectiva federal es un problema recurrente en el radicalismo. Para él, la resolución demuestra un desconocimiento total de las realidades locales y “lastima las posibilidades de un radicalismo que viene recuperándose y creciendo mucho en Misiones”.
Un radicalismo dividido
De Arrechea destacó que el radicalismo atraviesa un debate interno entre dos visiones opuestas: “Una línea que está en contra del Gobierno Nacional y plantea alianzas con el pasado, y otra que apuesta al cambio. Hoy no hay punto medio”. El dirigente recordó las consecuencias de errores políticos pasados, mencionando la vuelta del kirchnerismo al poder tras los escándalos de corrupción durante la gestión de Cambiemos: “Pensábamos que con esa película no volvíamos más, pero a los dos años ganaron las elecciones”.
En ese contexto, criticó duramente la falta de acción de los órganos nacionales del partido, especialmente la Convención Nacional, que no se convocó en todo el año: “No hay un debate serio, no hay una decisión orgánica. Deberían dar libertad de acción a cada provincia para que conduzca sus destinos según sus necesidades”.
“Están tirando por la ventana al radicalismo del interior”
El caso de Martín Arjol, quien obtuvo casi el 30% de los votos como candidato a gobernador de Misiones, es solo uno de los ejemplos que De Arrechea utilizó para ilustrar su argumento. También mencionó a Campero, destacado dirigente de Tucumán, y a otros líderes provinciales que están siendo ignorados o sancionados por el Comité Nacional.
“Están tirando por la ventana al radicalismo del interior. Llevar las cosas a estos extremos para demostrar una cuota de poder me parece una irresponsabilidad total”, sentenció. Según De Arrechea, las provincias necesitan autonomía para manejar sus realidades políticas: “Fíjense que cuando votan de distinta manera dirigentes de la capital o de Buenos Aires, no pasa nada. Acá quieren instalar el látigo para que el interior profundo se allane a las decisiones de la capital”.
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Duras críticas al análisis del Tribunal de Ética
Respecto al análisis del Tribunal Nacional de Ética, que argumentó que las conductas de los diputados sancionados perjudicaron la credibilidad del partido, De Arrechea fue categórico: “Es un análisis de un radicalismo de otra época. Hoy hay una coyuntura distinta, una realidad distinta, y esto no hace más que llevarnos para atrás”.
Finalmente, De Arrechea señaló que el radicalismo debe priorizar la cohesión interna y las necesidades de las provincias: “No estamos en condiciones de aceptar el látigo de la capital. El radicalismo es un partido federal, y decisiones como esta solo lo debilitan”.
Mientras tanto, la convocatoria a una Convención Nacional que permita discutir estas diferencias sigue siendo una incógnita, pero De Arrechea dejó claro que la postura de Misiones será firme: “Daremos la discusión, pero esto no puede continuar así. El partido debe mirar hacia el futuro, no hacia el pasado”.