La oposición juntó 156 votos para rechazar el decreto 656/24 impulsado por el asesor presidencial, que controla la Secretaría de Inteligencia del Estado. Algunos diputados de LLA dieron quórum y los bloques de la UCR y el PRO se dividieron al momento de votar. Los misioneros Arjol y Klipauka votaron con el oficialismo, para sostener el controvertido DNU 656/24, mientras que los renovadores Arrúa, Fernández, Ruiz y Vancsik, habituales aliados de la Casa Rosada, decidieron abstenerse en una votación que ya estaba definida.
El gobierno de Javier Milei tuvo una dura derrota en la Cámara de Diputados de la Nación, este miércoles, donde la oposición logró rechazar el DNU 656/24 que dispuso la entrega de 100 mil millones de pesos de fondos reservados para la SIDE, que, en las sombras, maneja el asesor presidencial Santiago Caputo. La votación sirvió para mostrar una vez más, que todos los diputados por Misiones están alineados con la Casa Rosada: el radical Martín Arjol y la libertaria Florencia Klipauka votaron en contra de declarar nulo de toda nulidad el polémico DNU; mientras que los renovadores Carlos Fernández, Daniel Vancsik, Yamila Ruiz y Alberto Arrúa, no votaron a favor de la nulidad y se abstuvieron con la votación ya definida.
La oposición juntó 156 votos en contra del DNU, con la sorpresa de algunos diputados del PRO que se sumaron al rechazo, rompiendo con el habitual colaboracionismo con La Libertad Avanza. Según el portal LPO, la derrota de La Libertad Avanza en Diputados, se empezó a concretar luego de la reunión del bloque de la UCR, donde una mayoría se inclinó por dar quórum y votar en contra del DNU, lo que fue anunciado a media mañana por Rodrigo de Loredo a través de la red social X.
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“La mayoría de los (diputados de la UCR) dará quórum en la sesión especial de hoy y rechazará el DNU que asigna un aumento de 100.000 millones de pesos para los gastos reservados de la SIDE”, escribió el diputado cordobés que preside la bancada radical en Diputados, en la red social X, cerca de las 11 hs.
En el posteo, De Loredo, un habitual aliado de la Casa Rosada, planteó: “La cifra importa un aumento sustancial de los gastos reservados de la SIDE, sin que hayan sido suficientemente explicados los graves motivos que deberían justificarlo. Reconocemos la importancia de la seguridad nacional, pero una asignación imprevista de semejante magnitud debería apoyarse en motivos que, hoy, se desconocen.”
“Los argentinos atraviesan un período de ajuste de la economía para corregir tantos años de descontrol populista. Los jubilados, la educación y los ingresos de la clase media padecen recortes que convierten en inoportuno y poco feliz el aumento del presupuesto para la SIDE. Luego de tantos años de desencuentros en la materia, la democracia argentina se merece un debate real y serio sobre los organismos de inteligencia, frente a un mundo complejo y los desafíos del crimen organizado, el terrorismo y la ciberseguridad”, fustigó el legislador, anticipando la derrota legislativa de Milei y su asesor estrella, Santiago Caputo.
Luego de esa definición del radicalismo en la Cámara de Diputados, se supo que una parte del PRO también había acordado votar en contra, lo que marca un quiebre hasta ahora inédito entre el macrismo y el gobierno “de las fuerzas del cielo”.
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En ese escenario, pasadas las 12 del mediodía, la oposición logró reunir a 140 diputados con el peronismo, el bloque Encuentro Federal (antes Hacemos Coalición Federal), gran parte del radicalismo, la Coalición Cívica y algunas sorpresas como los macristas Álvaro González, Daiana Fernández Molero, Florencia De Sensi, Ana Clara Romero y Héctor Stefani. Como el proyecto impulsado por el bloque que lidera Miguel Pichetto (Encuentro Federal) para declarar “nulo de toda nulidad” el DNU 656/24 no fue tratado en comisión, se necesitaban los dos tercios de la Cámara baja para tratarlo sobre tablas, algo que los opositores consiguieron holgadamente –necesitaban 129 diputados para conseguir el quorum.
De acuerdo con LPO, también sorprendió que se sentaran en sus bancas las liberal-libertarias Lourdes Arrieta y Rocío Bonacci, que se despegaron de la conducción del bloque desde el escándalo de la visita a los genocidas condenados por delitos de lesa humanidad en el penal de Ezeiza. También dieron quórum los exlibertarios Oscar Zago y Carolina Píparo.
El oficialismo intentó bloquear la votación con una cuestión reglamentaria, pero la suerte ya estaba echada y no pasó de un pataleo de los libertarios Gabriel Bornoroni, Nicolás Mayoraz y Lisandro Almirón, y el bullrichista Damián Arabia –el denunciado por viajar a los lujosos carnavales de Venecia a principios de año.
Tras esa maniobra, la oposición apuró la votación sobre el DNU para no poner en riesgo los votos y rechazó el decreto de Santiago Caputo con 156 votos del peronismo, el pichettismo, la CC, la izquierda, el bloque de Piparo, parte del radicalismo y del PRO.
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Al analizar la votación, aparecen los alineamientos políticos de la provincia de Misiones, donde como se esperaba, en defensa del DNU que le asignó $100 mil millones en fondos reservados a la SIDE, votaron la “libertaria” Florencia Klipauka y el radical Martín Arjol –el macrista Emmanuel Bianchetti estuvo ausente por problemas personales–.
Por su parte, los renovadores Fernández, Vancsik, Ruiz y Arrúa, que habitualmente votan todo lo que pide la Casa Rosada, esta vez no votaron en contra de la declaración de nulidad del decreto de Santiago Caputo, pero tampoco votaron a favor de declararlo nulo. Como ha ocurrido en otras situaciones similares en los últimos años, es decir, cuando el oficialismo nacional ya tenía perdida una votación, los renovadores se abstuvieron para no quedar completamente alineados a la Casa Rosada. Algo que legisladores de la Renovación ya han hecho durante los gobiernos de Cristina Kirchner, Mauricio Macri, Alberto Fernández y ahora Javier Milei.
Ahora, el DNU de Milei y Santiago Caputo ahora dependerá de la voluntad del Senado, donde el peronismo y Martín Lousteau ya avisaron de su rechazo, pero todavía no está claro que tengan el número para lograr la nulidad. De todos modos, la Coalición Cívica denunció que el gobierno ya se gastó el 80 por ciento de los 100 mil millones de pesos. En la oposición creen que eso podría derivar en una denuncia por malversación de caudales públicos contra los funcionarios que ejecutaron el gasto. Claro, para llegar a esa instancia, debería quedar firme la nulidad del DNU. Es que desde la sanción de la ley 26.122 que impulsó el expresidente Néstor Kirchner en 2006, los DNUs sólo se pueden anular por el voto de las dos cámaras del Congreso –Senadores y Diputados– y no por una sola cámara como ocurría antes de esa norma que aprovecharon todas las administraciones del Estado Nacional, de cualquier color político.
