El caso de Jesús Traico sacudió a la ciudad de Posadas y a la comunidad gitana en particular. En la madrugada del 28 de enero, el joven fue atropellado por una camioneta conducida por Sebastián Jonás M., de 19 años, quien luego se dio a la fuga. Tras más de una semana prófugo, Jonás se entregó junto a su padre en una comisaría local, iniciando una nueva etapa judicial en la causa.
Sandra, la madre de Jesús, dialogó con “La Última Rosca” de Radio Up 95.5 sobre el crimen de su hijo y expresó su dolor e indignación. “¿Cómo voy a vivir? Mal. Este Jonás vino y mató a mi hijo. Angustia, amargura, soledad, todo eso siento, es una tristeza muy grande”, relató con crudeza.
La versión de la familia de la víctima es clara: no se trató de un accidente. “Él la hizo y la tiene que pagar. Quiso matarlo, no fue un accidente como dicen ellos. Vino en contra mano a mi casa a las 3 o 4 de la mañana a hacer quilombo”, denunció Sandra. Según su testimonio, Jonás buscaba a otra persona, Javier Traico, pero al no encontrarlo, discutió con Sandra y su hijo. «Mi hijo le dijo ‘No le crees a mi mamá’, y él respondió: ‘No la creo, me está mintiendo. Te mato’», recordó.
Pocos minutos después, según lo relatado por testigos y registrado en videos, Jonás volvió a bordo de su Peugeot 408 y embistió a Jesús, quien estaba parado en la vereda. “Mi hijo no tenía nada que ver”, insistió Sandra.
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La detención de Jonás no es suficiente para la familia de la víctima, que teme una pena leve. “No estoy contenta porque él está en la cárcel y puede salir, pero mi hijo se está pudriendo en el cementerio y no lo veo más”, lamentó Sandra.
En los próximos días, Jonás deberá prestar declaración ante el juzgado que lleva la causa. Mientras tanto, la familia de Jesús exige una condena firme. “Queremos justicia. Que no lo suelten fácil y que cumpla su condena”, concluyó la madre del joven asesinado.
