Fue exhumado el cuerpo de Yael Alexander Suárez, quien tenía un año y tres meses, fallecido el jueves pasado tras ser atendido en el Hospital de Dos de Mayo. Si bien el certificado de defunción indica que murió por “encefalopatía crónica – neumonía”, el padre radicó una denuncia por mala praxis médica.
“Gracias a Dios la Policía y la Justicia se movieron muy rápido. Ahora hay que esperar el resultado de la autopsia”, reflexionó Diego Suárez (27), el papá de Yael Alexander, tras la inhumación del cadáver del pequeño de un año y tres meses que falleció el jueves pasado.
Si bien el certificado de defunción indica que la causa de muerte fue “encefalopatía crónica – neumonía”, el progenitor radicó una denuncia por presunta mala praxis en el Hospital de Dos de Mayo, donde Yael fue atendido cuatro veces en nueve días, aunque recién en la última ocasión quedó internado y falleció a las pocas horas.
En consecuencia, el Juzgado de Instrucción Tres de San Vicente ordenó la exhumación el cuerpito para la realización del examen forense que se realizará en la morgue judicial de Posadas.
Al respecto, Suárez precisó: “Esta tarde estuve en el cementerio acompañando a las autoridades. Fue muy doloroso, muy triste, pero es la única manera de saber qué pasó con mi bebé, de qué murió. No voy a recuperar a mi bebé, pero pido justicia y que no vuelva a pasar”.
El caso
Yael fue ingresado al Hospital de Dos de Mayo por cuarta vez en nueve días y quedó internado. Según la denuncia de su papá, alrededor de las 11 de aquel día le colocaron un suero y pasaron seis horas hasta que se decidió su traslado a un centro de mayor complejidad.
Pero como la ambulancia no tenía oxígeno, primero tuvieron que ir hasta San Vicente -distante a 20 kilómetros-, subir a otro vehículo mejor equipado y dirigirse hasta el Hospital de Oberá -otros 100 kilómetros-, donde no quisieron recibir al paciente y debieron viajar cien kilómetros más hasta Posadas.
“Cuando llegamos a Posadas, le entraron al Hospital y a los 5 minutos un médico me avisó que mi bebé se murió”, señaló, para quien en el Hospital de Dos de Mayo habrían incurrido en mala praxis y abandono de persona.
Fatal desenlace
Sobre la última estadía en el Hospital local, Suárez precisó: “Ingresamos a las 11 y hasta las 5 de la tarde sólo le pusieron suero. Se veía muy decaído, le pregunté al doctor Alfonzo cómo estaba y me dijo que me quede tranquilo, que le hicieron una placa y era bronquitis. ‘Ya va mejorar’, me dijo todavía”, recordó.
Pero apenas transcurrieron unos 20 minutos, cuando su señora lo llamó desesperada para avisarle que trasladaban a Yael a San Vicente. “Fuimos hasta San Vicente para cambiar a ambulancia y nos mandaron a Oberá. Recién en San Vicente le pusieron oxígeno porque la ambulancia de Dos de Mayo no tenía.
Yo iba con el chofer y en todo momento el doctor Alfonzo me decía ‘quedate tranquilo, se va mejorar’. Pero en Oberá ni le quisieron recibir. El médico de guardia le dijo a Alfonzo ‘cómo me vas a traer un paciente así, no tenemos cama en terapia intensiva para chicos’. En Oberá se sacaron a mi hijo de encima porque vieron que estaba re mal”, graficó.
De ahí viajaron hasta Posadas, pero no hubo nada que hacer. Por ello, insistió con que “si no esperaban tantas horas en Dos de Mayo capaz mi hijo estaría vivo. Eso fue abandono de persona, porque a las 11 le pusieron un suero y no le vieron más hasta las 5 de la tarde.
Después me dijeron que tuvo muerte cerebral, y claro, si en la ambulancia desde Dos de Mayo a San Vicente no había oxígeno y estaba todo azul porque no podía respirar”.