El ala dura del kirchnerismo insistiría con aprobar el nombramiento para la camarista que debía definir en las causas Hotesur – Los Sauces, y del Memorándum con Irán. Por lo que incluirían su pliego junto a los otros 74 cargos judiciales que el oficialismo busca sancionar antes del recambio legislativo. La Corte Suprema determinó que Figueroa no es más jueza porque no obtuvo el aval parlamentario antes de cumplir 75 años, la edad jubilatoria.
Pese a que la Corte Suprema de Justicia de la Nación ordenó la semana pasada, cesar en sus funciones a la jueza Ana María Figueroa –ex presidente de la Cámara de Casación Penal y miembro de la Sala I de esa cámara–, la vicepresidente Cristina Kirchner no se da por vencida e insiste con el nombramiento de esta magistrada que debe definir la suerte del expediente de la causa Hotesur – Los Sauces, donde ella y sus hijos Máximo y Florencia Kirchner, están acusados de lavado de activos.
Según trascendió este lunes en diversos medios nacionales, el bloque del Frente de Todos en el Senado (en realidad son dos, Unidad Ciudadana y el Frente Nacional y Popular) busca la manera de aprobar el pliego de la ex jueza, que cumplió 75 años el 9 de agosto pasado y desde entonces, como no obtuvo el aval parlamentario y no cuestionó el límite constitucional para la jubilación de los jueces, permanecía en el cargo, sin firmar sentencias –que luego serían recusadas por ser nulas. En caso de aprobarse el pliego de Figueroa, el país entraría en nuevo un conflicto de poderes con la Corte Suprema, que por unanimidad. firmó una resolución 2338/23 en la que aclaran que Figueroa dejó de ser magistrada en función de lo que establece, el artículo 99 inciso 4°, tercer párrafo, de la Constitución Nacional.
Para algunos senadores y dirigentes cercanos a Cristina Kirchner, no pueden “sentar el precedente” de permitir la jubilación de una jueza por no haber conseguido el quorum para aprobar su pliego antes de que cumpla la edad jubilatoria (75 años de edad) Gracias al control que el kirchnerismo ejerce en la Comisión de Acuerdos del Senado y al aporte de senadores aliados como la renovadora K, Magdalena Solari Quintana, el pliego de Figueroa cuenta con dictamen favorable desde el pasado 1 de junio. El problema para el “cristinismo” en el Senado es que, desde entonces, no pudieron reunir a 37 senadores para garantizar el quorum y luego aprobar el pliego en la Cámara alta.
Para muchos analistas políticos, si antes de la resolución de la Corte Suprema, era difícil conseguir los números para el quorum, ahora será aún más complejo. No obstante, en el entorno de la vicepresidente de la Nación no se dan por vencidos y no temen al conflicto de poderes que se desataría si aprueban una extensión del cargo de jueza para Figueroa, cuando la Corte ya informó al Consejo de la Magistratura que tome las medidas necesarias para el reemplazo de Figueroa.
En su resolución, los ministros de la Corte consideraron “que el pasado 9 de agosto la Dra. Figueroa había cumplido los 75 años de edad, límite etario que fija la Constitución Nacional para el cese en las funciones de los jueces (art. 99 inciso 4), y que no ha obtenido un nuevo acuerdo del Senado para poder mantenerse en su cargo”.
De acuerdo con Clarín, esta medida que no tiene precedentes, se tomó luego de que se difundiera que la magistrada había cobrado en septiembre, su sueldo de 3,7 millones de pesos, aunque desde el pasado 9 de agosto no firmaba sentencias ni resoluciones. Pero se mantenía atrincherada –sin iniciar sus trámites jubilatorios ni entregar la llave de su despacho– a la espera del acuerdo legislativo que la revalide en el cargo por 5 años más.
Como integrante de la Sala I de la Cámara de Casación Penal, la jueza debía definir con su voto, si se reabrían o no las causas del Pacto con Irán y de Hotesur – Los Sauces: en la primera, Cristina Kirchner está acusada de encubrir a los autores iraníes del atentado de la AMIA, mientras que en la segunda, está imputada de lavado de activos agravado, junto a sus hijos Máximo y Florencia Kirchner, y los empresarios Lázaro Báez y Cristóbal López. De ahí, el interés superlativo del bloque kirchnerista en aprobar el pliego de Figueroa, que lleva meses sin firmar su dictamen en la causa Hotesur.
El pasado 31 de mayo, cuando Figueroa concurrió a la audiencia pública para buscar un nuevo acuerdo del Senado, el senador radical por La Rioja Julio Martínez le preguntó: “¿Por qué cree que el oficialismo está a favor de su continuidad? ¿Será porque está en Hotesur y Los Sauces? ¿Será porque usted manifestó que hubo un ensañamiento contra la vicepresidenta? ¿Será porque criticó a al juez Claudio Bonadio por las citaciones en un mismo día, o porque denunció aprietes de la mesa judicial macrista, algo que tiene el beneplácito de la bancada oficialista?”.
En aquella tensa audiencia en la Comisión de Acuerdos -que la renovadora K, Magdlanea Solari Quintana integra en calidad de vocal-, el senador Martínez recordó que en los casos de los jueces Carlos Fayt y Elena Highton de Nolasco –ex ministros de la Corte Suprema– el kirchnerismo estaba en contra de que siguieran en funciones después de los 75 años. Pero con Figueroa “cambiaron su propia doctrina”, dijo el senador.
Más allá de lo que suceda con el pliego de Figueroa, es decir, si el kirchnerismo lo presentará para su aprobación o no en la próxima sesión del Senado, quedan pendientes otras 74 designaciones judiciales. Entre esos pliegos que tienen dictamen favorable en la Comisión de Acuerdos del Senado, está el del juez misionero, Marcelo Cardozo, impulsado por el Ejecutivo Nacional para presidir el Juzgado Federal de Iguazú. En total, son 28 pliegos que fueron dictaminados el año pasado y otros 46 este año, junto al de Figueroa.
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