Se ve gran cantidad de pacú, manguruyú, bogas y armados, entre otras, que mostraron un aumento en sus poblaciones, según un relevamiento del ministerio de ambiente chaqueño.
El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Territorial Sostenible de Chaco reveló que en el último año hubo un incremento en varias especies ícticas del río Paraná.
En el caso del pacú y el manguruyú, dos especies muy buscadas en esa provincia, el incremento poblacional fue del 8% y el 15%, respectivamente, de acuerdo con los datos que surgen del monitoreo de los pescadores comerciales.
“Es el Estado provincial el que debe velar por el buen uso de los recursos pesqueros y para eso se generan asociaciones con centros de investigación con los que se analizan las estadísticas pesqueras que lleva adelante la provincia desde 2010”, expresó Facundo Vargas, de la Dirección de Áreas Protegidas y Biodiversidad.
Las dos especies de surubíes (pintado y atigrado), que representan la mayoría de las capturas (en kilos) de la pesquería chaqueña, tienen poblaciones estables en todo el tramo medio del río Paraná. La boga y los armados, en tanto, a pesar de ser muy explotadas comercialmente, también mostraron un aumento de un 7% a un 13% anual en el Paraná Medio.
En el Alto Paraná, entre Corrientes y la represa de Yacyretá, de 20 especies monitoreadas durante los últimos 27 años, 9 mostraron tendencias poblacionales estables o positivas y 11 declinaron. Mientras que, entre Rosario y Reconquista, 15 de 21 especies monitoreadas durante los últimos 15 años, mostraron tendencias poblacionales estables o positivas.
“Esto nos permitió tener un panorama general de la explotación pesquera en la cuenca del Plata y conocer las tasas de captura que fueron sostenibles por largos períodos de tiempo en el pasado”, remarcó Vargas en Revista Wekeend.
Además, los especialistas calcularon las tasas de crecimiento poblacional de 27 especies en el tramo medio y alto del río Paraná, pudiéndose observar que el sábalo y el dorado tienen poblaciones estables en la parte alta de la cuenca, pero muestran declinaciones anuales leves de un 3% para el sábalo y un 5% para el dorado en la parte media y baja de la cuenca.
El trabajo muestra una diversidad de respuestas de las poblaciones de peces, algunos estables, otros aumentando y también algunas disminuciones, pero en ningún caso se observan valores críticos.
Por ello el Gobierno resalta la importancia de la conciencia del cuidado, responsabilidad y respeto por las normas y reglamentaciones.