La inteligencia es un concepto complejo, es por eso que el término superdotado es muy amplio y puede dar pie a confusión. No existe consenso sobre cómo definirlo ya que cada niño superdotado es diferente y la superdotación se puede manifestar de maneras muy dispares.
En la Argentina, según las estadísticas oficiales, uno de cada 50 chicos es superdotado, aunque serían muchos más los que aún no fueron detectados o diagnosticados. Muchas veces son denominados como super inteligentes, cómo es el abordaje en la escuela y la importancia de la detección temprana y el acompañamiento.
Las personas con altas capacidades intelectuales tienen una puntuación mayor de 130 en los test de inteligencia. Como curiosidad 1 de cada 100 niños presenta una puntuación en los test de inteligencia de 130 o superior; tan sólo uno de cada un millón supera los 180 puntos.
El Doctor Andrés Rieznik, neurocientífico, dialogo con “Primera Vuelta” de Radio Up 95.5 y explicó “el tema del cerebro, todavía no se conoce cuáles son las diferencias en los cerebros de las personas con un desarrollo muy precoz o muy grande en algún área. Probablemente hay algunas diferencias, pero se pueden determinar a nivel microscópico”.
El neurocientífico explicó que “todo se hace a través de la observación del comportamiento de las personas, y estos niños con altas capacidades tienen un desarrollo muy precoz, y pasa muchas veces que las maestras o los docentes que deben acompañarlos se dan cuenta de que el chico enseguida hace las cosas y se aburre enseguida y entonces ahí es como lo detectan. Ni siquiera hay que hacer un test de inteligencia general o nada de eso.”
En sintonía con esto, Valeria que es madre de un niño con altas capacidades explicó que “Juan Cruz tiene 8 años y nosotros vimos que había algunos indicios cuando él era un poquito más pequeño inteligente, por ejemplo, caminó a los nueve meses y por ahí lo normal, lo que uno ve como padre, es que a los 12 meses más o menos los chicos caminen. Además a los dos años se expresaba super bien, con vocabulario que no era acorde a su edad”.
Estos indicios justamente aparecen en las actitudes diarias, o en los actos cotidianos, por eso es fundamental la atención que puedan prestar los padres o los docentes que acompañen a estas “mentes brillantes” y a su desarrollo cognitivo e integral.
En tanto, sobre a importancia de la estimulación, el neurocientífico Rieznik explicó que “Aún es necesario seguir aprendiendo sobre cómo aprendemos y sobre todo cómo aprenden estas personas. La principal duda a la hora del aprendizaje probablemente se de en los entornos, en los factores ambientales, que influyen en que una persona no pueda desarrollar altas capacidades. Hoy en día a lo mejor sabemos bastante sobre la genética, y esto se va a saber cada vez más. Es relativamente fácil de estudiar con las nuevas técnicas de lectura del ADN. Sabemos que los genes influyen en que uno tenga mayor o menor dificultad en ciertas cosas. La capacidad de concentración también de una persona, pero en realidad se sabe muy poco sobre cuáles son los factores ambientales que hacen que una persona en una temprana edad tenga una habilidad o una facilidad muy grande para realizar diferentes cosas.
Juan Cruz es un niño de 8 años de Posadas, que con alta capacidad intelectual y con acompañamiento de sus padres y docentes, logra no aburrirse en la escuela y se siente estimulado para seguir participando de actividades. Los docentes lograron desarrollar para él diferentes actividades en el aula, donde la estimulación es protagonista “las maestras, o las profesoras le piden que hagan presentaciones, que les explique a sus compañeros, que desde lo que para él es un juego, su capacidad siga creciendo y vaya incorporando nuevas competencias de aprendizaje”.
“El no hacía nada en la escuela, le preguntamos porqué y nos dijo que le parecía inútil, y se aburria. Entonces en ese momento nos dimos cuenta de que teníamos un largo camino por recorrer, buscando las respuestas, con equipos de psicólogos y de psicopedagogos, en la escuela nos habían sugerido algunos otros diagnósticos, digamos, posibles, pero no pudieron diagnosticarnos nada”, dijo Valeria.
Según diferentes especialistas, los niños superdotados o con altas capacidades (como se los conoce desde la medicina) también sufren el fracaso escolar, porque sacan buenas calificaciones, pero si el colegio es consciente del tipo de alumno que tiene debe poder adaptar el currículum a sus necesidades y si no lo hace las capacidades del niño se ven desperdiciadas. Por otro lado, estos mismos niños muchas veces tienen problemas de comunicación, ya que les cuesta expresarse o relacionarse con compañeros que no tienen sus mismas capacidades, pero sí lograr hacerlo con compañeros de su mismo nivel no hay ningún tipo de problema.
Mensa es una sociedad que se encuentra abierta para individuos de cualquier religión, ideología o filiación política que tengan una misma cualidad: un cociente intelectual que esté dentro del 2% más destacado de la población mundial.
Las personas con altas capacidades intelectuales tienen una puntuación mayor de 130 en los test de inteligencia. Como curiosidad 1 de cada 100 niños presenta una puntuación en los test de inteligencia de 130 o superior; tan sólo uno de cada un millón supera los 180 puntos.
Asociación de Altas Capacidades de Argentina
La Asociación Civil Altas Capacidades Argentina es la primera ONG focalizada en concretar la atención de los niños talentosos, precoces y superdotados todo el país, a través de la capacitación, información y difusión de esta temática.
Es la primera vez que una ONG se propone trabajar directamente sobre el sistema educativo y en todo el país. La Asociación Civil Altas Capacidades Argentina es la síntesis del trayecto recorrido, desde 2015, por Embajadores ACI Argentina, grupo de trabajo de padres y profesionales, convencidos de la urgente necesidad de poner en marcha políticas concretas y activas que plasmen en las aulas la atención educativa específica que estos niños necesitan, tal como lo establece el artículo 93 de la Ley Nacional de Educación.
Los estudiantes con altas capacidades son una deuda pendiente de la educación argentina, pues a pesar que la normativa establece la obligatoriedad de atenderlos, rara vez se cumple. La principal razón es la falta de capacitación profesional y políticas concretas por parte del Estado. No existen en la Argentina estadísticas oficiales, protocolos de atención o programas especiales que permitan implementar la legislación vigente. Según los test estandarizados mundialmente, esta característica describe a un 15 % de la población.
La magister Laura Diz, es presidente de la Asociación de Altas Capacidades de Argentina y en dialogo con “Primera Vuelta” de Radio Up 95.5 explicó que “a lo largo del tiempo se sabe mucho más del funcionamiento del cerebro, del funcionamiento de o de la interacción de las emociones con lo intelectual. Hoy en día se sabe que el concepto de inteligencia está bastante alejado de lo que es la alta capacidad. La alta capacidad es una neuro diversidad. O sea, son cerebros que funcionan de manera diferente a los demás cerebros”.
Al ser consultada sobre las características de las personas con altas capacidades “son personas con alta sensibilidad, con un cerebro que a veces funciona tan rápido que pueden grabarse cuando quieren pensar, cuando en realidad cuando quieren expresar lo que piensan, pueden llegar al resultado saltándose todos los pasos previos, por lo tanto, les cuesta parar a pensar para poder explicar cómo llegaron a ese resultado. Son personas con una enorme densidad emocional por lo que sufren mucho más las injusticias, por lo que les cuesta adaptarse a una sociedad injusta, a una nota injusta, a una contestación de un par desganada, a que alguien les diga no quiero ser más tu amigo y ese niño, ese adolescente no durmieron toda la noche, incluso un adulto no duerme toda la noche pensando que esa otra persona no va a ser más su amigo y al día siguiente se hablan y se saludan como cualquier otro día. Entonces son personas que necesitan apoyo para poder desarrollarse saludablemente, o sea, dentro del concepto de salud y este apoyo no sucede”.
En relación a la legislación vigente en Argentina, la presidente de la asociación dijo “nosotros contamos con el artículo 93 de la Ley Nacional de Educación, que habla de flexibilización en el proceso de educación. Por lo tanto, es una estrategia más. Una cosa es acelerar y otra cosa es rendir libre y otra cosa es saltear el año. Cuando se aplica una aceleración, funciona en muchos casos de mentes brillantes, si tenemos en cuenta también lo emocional y lo social en los chicos, si pueden adaptarse y funcionar bien con chicos más grandes. Esto va a ser para el resto de la escolaridad, incluso van a ir a la universidad si es que quieren continuar estudiando con personas más grandes, y esto les va a generar un cambio en toda su vida académica”.
¿Cómo saber si un niño es superdotado?
Cuando hay una sospecha por parte de los padres o profesores de la posible superdotación de un niño se debe realizar un estudio para confirmar el diagnóstico y poder ofrecer al niño el mejor soporte y ayuda emocional y escolar. En caso de confirmar que el niño es superdotado se debe adaptar el currículum escolar a sus conocimientos y se puede hacer de varias maneras.
Algunos indicadores para detectar niños con altas capacidades:
-Haciendo grupos de enriquecimiento con niños con sus mismas capacidades tratando temas de su interés
-Asistiendo a talleres o actividades extraescolares que sean de interés para el niño: música, arte
-Asistiendo a las clases que se realizan en las asociaciones de superdotados
– Las características de la superdotación en los primeros años de vida son las siguientes:
– Sostiene la cabeza y mira fijamente a su alrededor los primeros días de vida
-Se comunica precozmente
-Se mantiene de pie a los 6 meses y anda a los 9
-Dibuja la figura humana con cabeza, tronco y extremidades a los dos años y medio
-Arma un rompecabezas de 20 piezas a los dos años y medio
-Sonríe intencionalmente antes de las 6 semanas de vida
-Pronuncia sus primeras palabras a los 8 meses y la primera frase al año. A los 24 meses tiene un vocabulario avanzado
-Mantiene una conversación entre los 18 y 24 meses de edad formando frases complejas. Algunos niños no hablan hasta los 2 años pero cuando lo hacen lo hacen perfectamente sin lengua de trapo
-Pregunta por nuevas palabras que no conoce a los tres años
-Tiene interés por las letras y las memoriza y aprende el abecedario a los 2 años y medio. Lee entre los 3 y 4 años, sin apenas ayuda
– A los dos años ya tiene el sentido del tiempo (mañana, tarde y noche) y usa el presente, pasado y futuro
– Le interesan los números y los memoriza y Cuenta hasta 10 a los dos años y medio (concepto de cantidad).
Resuelve problemas de sumar y restar hasta 10 a los tres años
(fuente: MENSA.COM.AR)