El vocero y referente del sector policial y penitenciario, el suboficial retirado Ramón Amarilla, dialogó con “La Última Rosca” de Radio Up 95.5, donde reveló que son 21 los efectivos con orden de detención, incluso en el interior de la provincia. “Cuando uno pelea por sus derechos y un salario digno se expone a una cacería de brujas”, indicó.
“Estoy a disposición de la justicia como siempre. Voy a ir a presentarme allá”, declaró Amarilla, quien relató que fue notificado por su esposa de la presencia de policías frente a su domicilio mientras se encontraba en una reunión con su abogado. Tras enterarse de las detenciones de otros efectivos, decidió regresar a su hogar para entregarse voluntariamente.
Las detenciones no solo han afectado a Amarilla y a colegas de la capital provincial, sino que también se han reportado arrestos en otros puntos del interior. “Me avisan que en el interior también están detenidos los colegas”, señaló Amarilla, indicando que al menos 21 efectivos fueron notificados por la justicia.
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Las tensiones se elevaron en las últimas semanas, luego de que los efectivos policiales y penitenciarios iniciaran nuevamente reclamos para obtener un salario más justo y mejores condiciones laborales. Amarilla, quien se mantuvo como uno de los portavoces más visibles de estas demandas, expresó que las acciones del gobierno responden a una represión injusta de quienes defienden sus derechos laborales. “Cuando uno pelea por sus derechos, cuando uno solicita un salario digno, que se respeten los beneficios previsionales, lamentablemente el gobierno no lo entiende así”, manifestó.
El suboficial retirado también criticó la respuesta gubernamental, a la que calificó como una persecución. “Esto se convirtió en una cacería de brujas, están buscando cobrarse con cada uno de nosotros”, afirmó, dejando en claro su frustración por la falta de diálogo y comprensión por parte de las autoridades provinciales. “Ellos deberían preguntarse quién falló aquí, si nosotros, los empleados, o ellos, que son quienes gobiernan”, añadió.
Sobre las acusaciones de que los detenidos formaban parte de una “comunidad, banda o grupo delictivo”, Amarilla fue tajante al afirmar que desconocía los fundamentos de dicha imputación. “Desconozco el motivo de por qué nos detienen”, dijo, dejando en suspenso la posibilidad de que se esté criminalizando su accionar sindical y las demandas legítimas del sector.