El presidente paraguayo, Santiago Peña, expresó que comprende las decisiones adoptadas por el gobierno argentino y las calificó como “medicinas dolorosas pero necesarias” en el proceso de recuperación económica que atraviesa el país vecino.
El mandatario aclaró que estas decisiones no afectan las relaciones bilaterales entre Argentina y Paraguay. “Es una decisión unilateral de ellos, que no impacta en lo más mínimo nuestras relaciones. Por el contrario, entendemos que los miles de paraguayos que emigraron lo hicieron buscando oportunidades que no encontraron aquí. Nuestro compromiso es seguir trabajando para que quienes decidan quedarse en Paraguay puedan tener una vida digna”, subrayó.
Por su parte, el director de Migraciones de Paraguay, Jorge Kronawetter, señaló que la reforma migratoria aún no entró en vigencia, ya que debe ser reglamentada y aprobada por el Congreso argentino.
Sin embargo, advirtió que algunos puntos, como la obligatoriedad del seguro médico, podrían entrar en conflicto con acuerdos del Mercosur, como el Acuerdo sobre Localidades Fronterizas Vinculadas, que garantiza derechos de acceso a servicios básicos para ciudadanos de zonas limítrofes, como Posadas y Encarnación.
Desde la Cancillería paraguaya también se está estudiando el alcance de la reforma y su eventual impacto en la colectividad paraguaya en Argentina, que supera las 900.000 personas. En ese sentido, la embajadora Helena Felip confirmó que se encuentran a la espera de la publicación oficial del decreto para evaluar los pasos a seguir.