El titular de la cartera sanitaria ensayó una insólita justificación de las carencias de personal en nosocomios de nivel 1 y 2, en base a un caso en el que un profesional acompañó a un paciente infartado al Hospital Samic de Eldorado. Y se contradijo al opinar que “el mejor médico no es el estudioso que sabe” sino, el que atiende el teléfono ante emergencias pediátricas.
El ministro de Salud Pública de Misiones, Oscar Alarcón, salió públicamente a condenar y “demonizar” denuncias de pacientes por falta de médicos, higiene e infraestructura en los hospitales de pueblo, los de niveles más bajos –I y II–, considerando que se trata de publicaciones “maliciosas” que se hacen en las redes y que no contemplan situaciones de emergencia en las que el profesional de turno debe dejar el puesto de trabajo.
De manera insólita, Alarcón trató de justificar la ausencia de profesionales en hospitales de niel 1 –aunque la situación también puede darse en los Centros de Atención Primaria de la Salud– en base a un caso específico de la zona del Alto Paraná, donde, según él, en una emergencia coronaria, un médico debió dejar su hospital para acompañar a un paciente en riesgo de vida. Para Alarcón, las quejas por la ausencia de un profesional en esa circunstancia ocasionan reclamos -según él- “maliciosos” por otras carencias en los hospitales de niveles elementales.
En diálogo con una radio en el interior de Misiones, Alarcón rechazó las quejas en las redes sociales por la falta de médicos, higiene e infraestructura, como las que se conocieron meses atrás cuando se filmó ratas deambulando en el Hospital SAMIC de Puerto Iguazú “Marta Schwarz” –que es de nivel III– en marzo de este año. Y lo hizo en base a un caso particular que se habría dado en la zona de Eldorado.
“Se infarta un paciente, va a un hospital de nivel inferior y tiene que ir a uno de alta complejidad. El médico de guardia estaba y no había pacientes, suben en la ambulancia y tenían que trasladarse unos 40 kilómetros hacia el hospital (SAMIC) de Eldorado. El paciente se salva. Le salvan la vida al paciente que se había infartado”, sostuvo Alarcón sobre una supuesta emergencia que se habría dado en un hospital de pueblo en la zona del Alto Uruguay.
“Pero cuando el médico regresa se encuentra con que tenía un escrache, porque no estaba cuando había venido un paciente con un cuadro febril, no complicado, no urgente y que podía esperar. Pero la gente no entiende que, a veces, la no estadía del profesional en ese momento, era porque le estaba salvando la vida de otro, que podría ser su papá, su mamá o su vecino, o su hermano”, expresó Alarcón dando cuenta de una ausencia de médicos en un hospital de nivel I que, según él, estaba justificada.
En esta línea, Alarcón prosiguió con su relato: “Todos los días nos encontramos con esto entonces en la publicación en las redes de los maliciosos, por la malicia que existe todos los días, es una porquería el hospital porque abandona… pero no muestra todos lo bueno que tiene. Y del otro lado está la contraparte, la familia del que se le salvó la vida, está súper agradecida, su papá pudo quedarse en la tierra, está bien atendido, se le hizo todo”, opinó el ministro de Salud.
“La persona que se queja del hospital tenía un cuadro febril, que no peligraba su vida, que fue tratado al rato, vino otro médico le atendió y no pasó nada. Pero la malicia es tan grande, que se ocuparon de publicar millones de cosas y después la gente se prende [con otras denuncias]”, se quejó Alarcón, denostando las denuncias en las redes por posibles falencias en hospitales de pueblo.
Sin embargo, en la misma entrevista, el ministro contradijo su propio argumento para explicar las ausencias de médicos en hospitales y CAPS (Centro de Atención Primaria de la Salud), y lo hizo poniendo como prioridad la disponibilidad del profesional por sobre los conocimientos médicos –que son la base de la medicina. “Siempre digo el mejor médico no es el genio. Porque tenés médicos que son genios, estudiosos, que saben todas las células, dónde están, todo… pero no te atiende el teléfono. Tu hijo está enfermo, tiene fiebre y no te atiende, entonces no sirve”, soltó Alarcón poniendo por encima de la excelencia médica, la disponibilidad del profesional.
Asimismo, Alarcón defendió su gestión y la de los gobiernos del Frente Renovador de la Concordia, en base a un descenso en la mortalidad infantil que sería un “logro” de las políticas públicas en la provincia. “En estos 20 años de gobiernos de la Renovación, la provincia se ha transformado totalmente. ¿Sabés lo que significa 8,2 de mortalidad infantil? Es la cifra de los niños que mueren (por cada 10 mil nacidos vivos), pero significa desarrollo, educación, accesibilidad, infraestructura, política de Estado”, remató el ministro defendiendo los números que elabora su cartera.
Vale recordar que recientemente, la Legislatura provincial aprovó el Presupuesto 2024 que prevé una estimación de la finalidad salud de $285.796.531,00 de los cuales $86.052.995,00 millones corresponde al Ministerio de Salud Pública, $94.843.281,00 millones al Parque de la Salud y $104.900.255,00 millones para otros ítems no especificados.
“La finalidad salud tuvo un incremento del 98.38 % con respecto al presupuesto 2023 en curso y para el Ministerio de Salud Pública el incremento fue del 123,27% con respecto al 2023. Lo cual nos permite seguir manteniendo el nivel de ejecutividad y de prevención de las enfermedades”, sostuvo Alarcón en su defensa del Presupuesto ante la comisión de Salud en la Cámara de Diputados de la provincia.
Pese a los cuantiosos recursos con los que cuenta Alarcón, según su criterio, es mejor el pediatra que atiende una emergencia que el que estudia y perfecciona sus conocimientos; y, en paralelo, cuando se denuncia la falta de profesionales, insumos, infraestructura o higiene en hospitales de pueblo, se trata de actitudes “maliciosas”.