El 27 de diciembre de 1978, tres camioneros cordobeses vivieron una experiencia que desafía toda explicación racional y está relacionado a los OVNIs.
Mientras realizaban un traslado rutinario para la Empresa Provincial de Energía de Córdoba (EPEC), perdieron la noción del tiempo y el espacio en un tramo de la ruta. Cuarenta y siete años después, documentos oficiales desclasificados revelan detalles desconocidos del suceso, alimentando el misterio y la controversia.
Un viaje sin tramos intermedios
Severino Brunetto, su hijo Daniel Brunetto y Orlando Carrizo partieron desde San Francisco con destino a Córdoba capital, transportando un rastrojero. Todo transcurría con normalidad hasta que, al salir de Arroyito, notaron algo inexplicable: habían avanzado varios kilómetros en un instante, sin atravesar los puntos de referencia que conocían perfectamente, como el río Segundo y el frigorífico Rivarola. Desconcertados, continuaron su camino.
A ocho kilómetros de Santiago Temple, cerca de Pedro Vivas, una intensa luz flotante los obligó a detenerse. La luminiscencia, rodeada por una extraña bruma, emanaba destellos a través de lo que parecían ser ventanillas giratorias. Desde la parte inferior del objeto, una tenue bruma rojiza se desprendía, mientras que un potente reflector barría el cielo.
«Su parte superior se dirigía de a ratos de un lugar a otro, como un reflector que emitía una luz blanca y fuerte«, relató Carrizo. Su testimonio coincide con el de otros camioneros que, al ver el fenómeno, se detuvieron en la banquina.
Una luz enceguecedora y un tiempo perdido
La luz comenzó a moverse suavemente en el aire y, en un momento, se desplazó 200 metros hacia la derecha, acercándose a los testigos. En un acto instintivo, uno de los camioneros encendió una linterna y apuntó hacia el objeto. La respuesta fue inmediata: el OVNI emitió un destello tan potente que los dejó momentáneamente ciegos. Cuando recuperaron la visión, la nave había desaparecido sin dejar rastro.
«Su potente reflector nos encegueció momentáneamente y, al apagarse, comprobamos con sorpresa que el objeto no se encontraba más», detallaron los Brunetto en su declaración.
El episodio fue cubierto por el diario La Prensa, que publicó la noticia con el título: «Teletransportó un OVNI a un grupo de camioneros». La repercusión llegó a las autoridades de EPEC, que pidieron a los testigos un informe detallado del suceso.
Documentos ocultos y un testigo clave
Los informes elaborados en aquel entonces permanecieron ocultos durante décadas. Recién ahora, la Comisión de Estudio del Fenómeno OVNI de la República Argentina (CEFORA) accedió a los documentos a través de un ex empleado de EPEC, quien, antes de fallecer, entregó la información a la investigadora Andrea Pérez Simondini. Por pedido de su familia, su identidad se mantiene en reserva.
«Este caso para mí es de interés central porque estoy siguiendo denuncias donde las personas experimentan reacciones físicas tras un encuentro con el fenómeno OVNI. En el caso EPEC, podría haber un evento de tiempo perdido», señaló Simondini.
Los efectos en la salud y la hipótesis de la radiación
Uno de los aspectos que más intrigan a la investigadora es la posibilidad de que los encuentros cercanos con OVNIs generen consecuencias físicas en los testigos. A lo largo de los años, Simondini ha registrado casos en los que las personas afectadas presentan desorientación, náuseas y problemas auditivos, similares a los síntomas del Síndrome de La Habana, un trastorno que algunos estudios vinculan con la exposición a microondas o energía dirigida.
Casos como el del Rancho Skinwalker, en Utah, han demostrado que ciertos testigos de avistamientos OVNI han sufrido daños en su salud sin una causa aparente. Aunque la hipótesis de la radiación no cuenta con respaldo científico sólido, algunos investigadores creen que podría haber un vínculo entre la exposición a estos fenómenos y afecciones auditivas como el síndrome de Meniere, que Simondini y su madre desarrollaron tras numerosos encuentros con el fenómeno OVNI.
Un misterio sin resolver
A pesar de los documentos desclasificados, el caso EPEC sigue envuelto en el misterio. No se pudo localizar a los testigos originales, y la falta de pruebas materiales impide una confirmación definitiva de lo sucedido aquella madrugada de 1978.
Sin embargo, el testimonio de los camioneros, la cobertura mediática y el informe oficial de EPEC refuerzan la posibilidad de que algo extraordinario ocurrió en la ruta cordobesa aquella noche. ¿Un caso de teletransportación? ¿Un experimento desconocido? ¿Un episodio de alucinación colectiva? La historia permanece abierta y, como tantas otras en la ufología, sigue generando más preguntas que respuestas.
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Fuente: (Infobae)