El reciente colapso del Puente Francis Scott Key en Baltimore, desencadenado por el impacto de un buque, provocó una urgente revisión de la seguridad de otros puentes en Estados Unidos. Este evento puso de manifiesto la vulnerabilidad de ciertas estructuras a lo largo del país, generando preocupación sobre posibles tragedias similares.
Según un informe del Wall Street Journal, se identificaron ocho puentes especialmente vulnerables, todos ellos cruciales para el sistema de transporte nacional. Estas estructuras incluyen el Puente Tacoma Narrows en Washington, el Puente Lewis and Clark y el St. Johns en Oregon, el Puente de la Bahía de San Francisco-Oakland en California y el Puente Golden Gate en California, el Puente George Washington entre Nueva Jersey y Nueva York, el Puente Verrazzano-Narrows en Nueva York, y el Puente Chesapeake Bay en Maryland.
Lo preocupante es que estos puentes comparten la característica de tener miembros de fractura crítica, lo que significa que ciertos componentes de acero pueden provocar el colapso total del puente en caso de falla. Aunque este diseño no los hace inherentemente inseguros, requiere inspecciones minuciosas y, a veces, anuales para garantizar su seguridad.
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La mayoría de estos puentes, excepto uno, son más antiguos que el Puente Francis Scott Key y aún contienen estos componentes críticos, lo que resalta la urgente necesidad de reevaluar y posiblemente actualizar las medidas de seguridad.
La protección contra impactos de barcos es un tema crucial en este contexto, especialmente porque muchos de estos puentes fueron construidos antes de que se implementaran las regulaciones federales que exigen protección contra golpes de embarcaciones.
Si bien algunos puentes, como el Puente Sunshine Skyway, fueron reconstruidos con características de seguridad mejoradas, otros carecen de tales adaptaciones, lo que aumenta su vulnerabilidad.
Las rutas comerciales y el flujo de bienes dependen en gran medida de la integridad de estos puentes.
El llamado a la acción es claro: se deben tomar medidas proactivas para asegurar que tragedias como la del Puente Francis Scott Key se eviten en el futuro. La integridad de nuestra infraestructura es vital para la seguridad y la prosperidad de la nación, y las lecciones aprendidas deben guiar nuestras decisiones hacia un enfoque más seguro y resiliente en el diseño y mantenimiento de puentes y otras estructuras críticas.
(Fuentes: Wall Street Journal, Infobae)