El objetivo principal de estas columnas aparte de que ustedes se informen sobre los sucesos que nos rodean día a día, es siempre el de educar, aunque sea un poco, es por eso por lo que el país que les traigo hoy está un poco fuera de contexto de lo que les tengo acostumbrados, pero sin embargo los temas a analizar son bastantes conocidos por nosotros; pobreza, desigualdad, brecha social, etc. La diferencia radica en que este país es especial, ya que nos lo han vendido como el mundo ideal, pero sin embargo no deja de ser un mundo dispar.
Durante el siglo XIX, Luxemburgo logró su independencia de 3 países, primero de Francia y Bélgica, y por último de los Países Bajos. El sistema de gobierno luxemburgués se compone de una monarquía parlamentaria, es decir, cuenta con un rey, en este caso un duque o gran duque llamado Enrique, el primer ministro es Luc Frieden, y actualmente es uno de los países más ricos del mundo.
Actualmente, Luxemburgo tiene un PBI (es una medición de los bienes y servicios que produce un país, la medición se realiza por un periodo de tiempo determinado) es de 144000 dólares, suma que lo ubica en primer lugar, seguido muy de cerca por Irlanda. El éxito de Luxemburgo se debe a un sector bancario próspero, cuenta con industrias fuertes y además de esto, tanto su flexibilidad para que empresas extranjeras se establezcan en el país, los hace un lugar perfecto para invertir en el país, muchos tildan a Luxemburgo como paraíso fiscal, y con sobrada evidencia, pero hasta ahora, la Unión Europea ha decidido no incluirla en la larga lista de paraísos fiscales, (porqué difícilmente lo sabremos), sin embargo y recuerde como les digo siempre, en la política nadie es inocente, así que sea libre de hacer esas interpretaciones que estoy seguro de que se mueren por hacerlas.
Además de todo lo mencionado hasta aquí, el transporte público es completamente gratuito para el ciudadano de a pie (también les digo siempre que nada es gratis). Esto sucede lógicamente en un país cuyas cuentas están en orden, asi como también sucede dentro de un Estado cuyas reservas son robustas y teniendo en cuenta que Luxemburgo es el país mas rico del planeta, tiene cómo sostener la gratuidad del transporte.
Sin embargo y como suele suceder, debo decirles que no todo es de color de rosa, y Luxemburgo no es la excepción. Actualmente la pobreza pega y fuerte en el país europeo, llegando casi al 20% el índice acumulado, y los motivos son multicausales; el nivel de vida es excesivamente costoso, siendo que un alquiler de 500 euros ($600.000 pesos argentinos aproximadamente) es considerado barato, y las comodidades de este mientras para nosotros es casi un lujo, para ellos es sumamente precario. De igual manera debemos aclarar que las clases allá se dividen entre altas y bajas, no existe como en nuestro país, la clase media (que, a duras penas, pero aún sobrevive). Otras de la problemática recaen en la cantidad de extranjeros (en su mayoría los mismos europeos) que llegan a Luxemburgo por las oportunidades laborales que este ofrece, y además lógicamente al ser extranjeros, cobran menos y lógicamente, las grandes empresas constructoras sacan provecho de ello.
Otras de las problemáticas es la escasa ayuda social, a la cual se puede acceder después de los 25 años, esto genera que un gran grupo de luxemburgueses no cuenten con muchas opciones laborales y o sociales, por último y no por eso menos importante, existe el problema del acceso a la vivienda. Las clases bajas no cuentan con la posibilidad de acceder a viviendas, ya que el gobierno aún no ha implementado políticas públicas eficientes que estén orientadas a solucionar esta problemática.
A modo de cierre, y como han visto, puedo decirles que más allá de que en ocasiones nos dejemos llevar por lo que escuchamos en los medios sobre tal o cual país, la realidad no es tan paradisiaca como nos la quieren mostrar, si bien Luxemburgo, como pudimos ver es el país mas rico del mundo, la pobreza está azotando con mucha fuerza y todo indica que el índice continuará subiendo, las clases medias no existen y el “Edén” puede llegar a ser un gran espejismo.