El diputado nacional (JxC) Nicolás Massot se refirió al rol que le cabe al Congreso en relación con el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) presentado por el presidente Javier Milei y fue tajante: “El DNU se armó como corresponde, el Congreso lo que tiene que hacer constitucionalmente es determinar cuál es la necesidad y cuál la urgencia y no el fondo”.
Admitió que el DNU como herramienta “está tan tergiversada, y no es de ahora, en eso hay que ser justo, es cierto que nunca nadie se animó a meter un decreto de esta naturaleza con tanta magnitud, pero ela verdad es que no parece muy justo caerle a un gobierno que emite un primero o un segundo DNU cuando todos los gobiernos han hecho uso y abuso, lo que sí creo que tiene sentido todo esto cuando pase la tormenta o el chubasco es que en marzo o en abril, con tranquilidad, el Congreso se aboque a especificar un poquito más la ley del DNU, y que entonces no tengamos estas discusiones para adelante”.
Aclaró al respecto: “Cuando hablamos de necesidad, de urgencia, que quede claro que para que un DNU sea válido tiene que tener la aprobación de ambas cámaras, no de una sola, porque si no es un trámite procesalmente más fácil que una propia ley, y que además los DNU pueden ser modificados parcialmente. Yo creo que estas tres reformas van a venir a lo largo del año. Y en el DNU había una cuestión que a mí me impedía estar realmente cómodo con avanzar. Eran poquitas, pero una en particular, que ahora también está en la ley, que es una de las tantas delegaciones extraordinarias que pide el gobierno, pero en un punto muy sensible, que son los procesos de privatizaciones. Yo estoy totalmente consubstanciado con la idea de que el déficit de las empresas públicas debe bajar y que una de las maneras de hacerlo es privatizar un gran número de esas empresas. La discusión es el cómo”.
En este sentido consideró que “acá hay que tener en cuenta una particularidad. Este gobierno, inclusive mucho más que el gobierno del que yo fui parte con el presidente Macri, tiene una cantidad de solapamientos entre lo público y lo privado, digamos, de conflictos de intereses entre funcionarios, comenzando por el propio presidente, con grupos de interés, a los cuales están o estuvieron vinculados hasta hace no mucho, que no estoy haciendo ningún juicio, es una observación, es totalmente normal que eso ocurra, que haya gente que de lo privado pasa lo público y viceversa, yo eso lo celebro. Ahora, es una realidad, entonces, frente a esa realidad y habida cuenta de que la Argentina tiene una economía relativamente chica en términos de la cantidad de grupos económicos que pueden pretender participar en los procesos de privatización de esta cuarentena de empresas”.
Delegaciones plenas
El diputado hizo una observación más fina sobre un aspecto que calificó de “alarmante e innecesario”, tal como que “el gobierno pida extraordinariamente una delegación plenipotenciaria para que las privatizaciones eviten el Congreso, a mí me parece alarmante e innecesario. Y además creo que si queremos tener un proceso de privatización exitoso tenemos que darle una robustez institucional, una fortaleza institucional para que las compañías paguen lo que las empresas valen, para que entren en esas operaciones con seguridad jurídica, que inclusive desde ese punto de vista sería una torpeza evitar el Congreso”.
“La cosa va bien”
Massot no eludió la mención a la descalificación del presidente a los legisladores que dilatan el tratamiento de su DNU: “Lo primero que hay que desdramatizar es esta idea de que el gobierno si no tiene la sanción expresa de lo que mandó al Congreso sin una sola modificación en una coma es un fracaso. Eso es algo nuevo, esta idea de que la disidencia es por un interés espurio porque alguien busca una coima, una corrupción”.
“Con aciertos y con errores, por supuesto, pero estamos todos del lado de la iniciativa privada, de la desburocratización, de la inserción de la Argentina en el mundo. Quiero decir, el espíritu y el rumbo que marca el gobierno, tanto en el DNU como en la ley, yo quiero que haya tranquilidad, que está garantizada”, añadió.
Evaluó que “la Argentina está transitando ese camino, es un camino que está conduciendo el gobierno del presidente Millet y creo que en ese sentido la cosa va bien y eso se va a lograr. Creo que hay una confusión en esta idea de pensar que hay que cancelar la discusión, que todo aquel que levanta la voz lo hace con un interés secundario, que esta es la única manera de lograr ese rumbo”.
Finalmente el exfuncionario macrista opinó que “se está generando una cuestión de quién está a favor y quién está en contra, cuando en realidad, en mi caso, yo soy a favor de todo ese rumbo, estoy a favor de que la Argentina se encuentre en el equilibrio fiscal y que el gobierno salga del Congreso con estos instrumentos”
(Fuente: Rivadavia)