El Centro de Datos de ARSAT atraviesa una situación delicada. Ezequiel McGovern, trabajador de la empresa estatal, denunció el vaciamiento de la compañía y apuntó que la situación se agravó con la reciente decisión del gobierno nacional de liberar el espectro de señal reservado para la empresa, lo que permitiría que otras compañías, incluidas multinacionales como Starlink, accedan a esa franja de frecuencia.
“ARSAT, además de desarrollar satélites y otras actividades, puede prestar servicios de Internet. Tiene un espectro reservado, pero ahora que se liberó, se pierde la posibilidad de utilizar esa franja”, explicó McGovern en diálogo con “El País de la Libertad” de Radio Up 95.5. Esta decisión es vista como una pérdida significativa para el país, ya que debilita la capacidad del Estado para operar en el ámbito de las telecomunicaciones.
La liberación del espectro no es el único problema que enfrenta ARSAT. En los últimos meses, la compañía ha registrado despidos masivos y falta de inversiones en proyectos clave. “Básicamente estamos siendo víctimas del vaciamiento”, denunció McGovern. Desde diciembre, no se han discutido paritarias, lo que ha generado una pérdida salarial del 50%.
Además, los créditos internacionales destinados a la ampliación de infraestructuras, como nuevos satélites y data centers, no se han ejecutado: “Hay créditos que ya se obtuvieron y que eventualmente tendremos que devolver, pero no se están utilizando para lo que se solicitó”.
Esta falta de inversión también podría generar sanciones financieras, ya que los créditos tienen plazos de uso que, de no cumplirse, podrían derivar en punitorios. Según McGovern, esto es parte de una decisión política que afecta a todo el sector de ciencia y tecnología: “No solo está pasando en ARSAT, también en universidades y otros organismos que no pueden ejecutar los créditos asignados para la compra de maquinaria o equipamiento”.
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El impacto sobre el equipo de trabajo es, según McGovern, devastador. “El equipo se redujo casi un 15%, porque estar cobrando la mitad durante 10 meses es muy complejo. Quienes podemos aguantar seguimos porque somos muy cabezaduras y nos gusta lo que hacemos”, afirmó McGovern. Pese a las dificultades, los empleados restantes luchan por mantener los servicios activos, con la esperanza de que la situación mejore.
El rol de ARSAT en el ecosistema de telecomunicaciones es crucial, ya que provee servicios a grandes compañías como Telefónica y Telecom, que dependen de la infraestructura de ARSAT para ampliar su conectividad: “Es un win-win. Nosotros les ahorramos dinero haciendo obras de conectividad de fibra y ellos nos subcontratan capacidad. Damos soporte a lugares donde ellos no pensaban hacer inversiones”.
La decisión de liberar el espectro reservado también generó críticas internas. McGovern consideró que esta medida contradice otros anuncios recientes del gobierno, como la intención de vender acciones de la empresa en bolsa. “Sería mucho más atractivo que ARSAT tenga la capacidad de 5G y el ancho de banda disponible antes de cotizar en bolsa”, opinó. “Parece más una advertencia al Grupo Clarín por la competencia en el mercado de telecomunicaciones que una medida estratégica para fortalecer a ARSAT”, completó.