El reciente decreto que eliminó el Registro Nacional de Empresas Constructoras volvió a generar una gran preocupación en el sector. Este registro, que existía desde 1947, establecía una serie de requisitos para asegurar que las empresas que participaban en licitaciones de obra pública tuvieran la capacidad técnica, económica y financiera necesarias. Con su eliminación, el panorama cambia drásticamente.
El Ing. Gerardo Grippo, miembro del Movimiento Industrial Misionero, dialogó con “El País de la Libertad” de Radio Up 95.5 y advirtió que la medida abre la puerta a la participación de cualquier empresa, sin importar su procedencia o capacidad. “Si no tenemos que estar previamente inscriptos, nadie establece la idoneidad de quién o quiénes pueden participar en un proceso licitatorio. Quiere decir que cualquiera, en una licitación cualquiera que establezca la Nación, puede participar. No solo nosotros, porque no está regulado”, explicó.
Además, Grippo resaltó que el registro tenía un rol clave en la planificación y ejecución de las obras públicas: “El objetivo fundamental era registrar y establecer la satisfacción del interés público. Es decir, asegurar que los fondos del Estado fueran bien canalizados y que la empresa estuviera en condiciones de hacer la obra”.
Este mecanismo permitía una evaluación previa de las empresas constructoras. “El registro establecía una serie de condiciones para determinar la idoneidad. Se presentaba documentación para garantizar la capacidad técnica de la empresa, el ‘expertice’ técnico de sus componentes, la capacitación, la cantidad de equipos, la capacidad económica y, por último, la capacidad financiera”, detalló.
Sin estos requisitos, se pierde un filtro importante que garantizaba que las empresas cumplían con los estándares mínimos. “El registro trataba de preservar que los recursos del Estado no se vieran frustrados ante el incumplimiento de la empresa”, afirmó.
“Las reglas de juego van a ser desiguales”
El ingeniero alertó sobre el impacto que esto puede tener en la competitividad de las empresas nacionales, que ahora deberán enfrentar a compañías extranjeras con otras estructuras de costos. “Las reglas de juego van a ser desiguales. Esto no deja de ser una desregulación más, una de tantas que está llevando adelante el Gobierno Nacional”, sostuvo.
Además, Grippo hizo hincapié en la importancia de la radicación de las empresas: “La responsabilidad que tiene una empresa extranjera respecto del cumplimiento de la obra no es la misma que tenemos nosotros, que vivimos en el país o en la provincia, que somos vecinos y que además nos impacta en nuestro concepto para el resto de nuestra empresa y nuestra actividad”.
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“La obra pública en Misiones sigue en pie gracias a la Provincia”
Pese a este contexto adverso, Grippo destacó que la obra pública en Misiones sigue adelante gracias a la inversión provincial. “El presupuesto provincial sigue manteniendo las obras públicas a través de organismos como el IPRODHA y la Dirección de Arquitectura. Por supuesto, no con el ritmo que tenían cuando contaban con financiamiento de Nación”, señaló.
El sector de la construcción no es el único afectado. Grippo también mencionó las dificultades que atraviesa la industria en general debido a las políticas económicas actuales. “La competitividad de toda la industria tiene que ver con varias cosas. Primero, con el tipo de cambio. Segundo, con la posibilidad de bajar la estructura de costos, que incluye impuestos y tasas. Ahora, evidentemente, en el estado en el que estamos actualmente, se va a hacer muy difícil”, advirtió.
Finalmente, y en cuanto a la entrega de viviendas anunciada por el Instituto Provincial de Desarrollo Habitacional (IPRODHA), Grippo aclaró que se trata de construcciones nuevas. “Son viviendas que en este momento están en ejecución, en Posadas, Oberá, Eldorado, Alem, San Vicente, etc. Lo que se anunció es lo que se pretende entregar este año”, confirmó.Eliminación del Registro de Constructoras | “Es un problema porque aseguraba la calidad de las obras públicas”