Brenda Agüero, enfermera del Hospital Materno Neonatal de Córdoba está acusada de haber intoxicado a los recién nacidos luego de inyectarles potasio minutos después del parto, provocando que cinco bebés fallecieran, mientras que otros 8 logren sobrevivir, pero con secuelas de por vida.
Es una de las nueve personas empleadas del Hospital Neonatal que fueron apartadas de sus cargos cuando se hizo pública la situación la semana pasada, según dispuso el Ministerio de Salud provincial. Será trasladada al penal de Bouwer acusada de “homicidio calificado reiterado”.
Según el fiscal de Instrucción Raúl Garzón, quien está a cargo de la investigación, indicó que a la enfermera se la detiene por dos hechos puntuales, que son los que al día de la fecha se ha podido avanzar en los estudios complementarios de las autopsias de dos de los niñitos fallecidos.
Inicialmente la investigación es sobre cinco bebés muertos, pero en total son 13 los casos que se estudian, entre los fallecidos y los que sufrieron secuelas.
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“El delito es calificado porque el modo que se le atribuye presumiblemente es a través de la aplicación de una sustancia que les habría dado la muerte, en principio”, dijo el funcionario judicial. Los investigadores apuntaron a ella como la autora de “cuarto pinchazos” que habrían recibido los bebés por fuera de lo que se aplica habitualmente a los recién nacidos.
Garzón imputó en la misma causa a tres ex directivos del Hospital Neonatal, una de ellas es la ex directora Liliana Asís, quienes se encuentran acusados por responsabilidades mediatas, como la omisión de deberes de funcionario público.
La hipótesis de la acusación
Los fiscales Sergio Ruiz Moreno y Mercedes Ballestrini defenderán la hipótesis de que Agüero buscó enfermar a los bebés a propósito para convertirse en la primera enfermera en dar aviso a sus superiores, para sobresalir y destacarse en su trabajo por encima de sus compañeros.