Deberán participar en las tareas de mantenimiento, limpieza, aseo e higiene de los espacios propios y comunes. La normativa establece la obligatoriedad para todos los internos alojados en el Servicio Penitenciario Federal.
La reglamentación fue publicada este miércoles en el Boletín Oficial. Los presos que estén alojados en cárceles federales tendrán la obligación de realizar tareas de mantenimiento de los lugares comunes como son las celdas, pabellones y patios, para su reinserción sin percibir ninguna remuneración a cambio.
El Gobierno Nacional, a través del Ministerio de Seguridad, estableció por medio de la Resolución 1346/2024, “la obligatoriedad para todos los internos alojados en el Servicio Penitenciario Federal (SPF) de participar en las tareas de mantenimiento, limpieza, aseo e higiene de los espacios propios y comunes de los establecimientos penitenciarios”.
Estas actividades pueden desarrollarse hasta el lapso de cinco horas diarias y los internos no recibirán dinero por la labor realizada.
Esta medida integra a todos los casi 12 mil internos que posee el SPF en todos los penales del país, sin discriminar que estén procesados o condenados. También están incluidos los presos calificados como de “alta peligrosidad” (entre ellos, varios narcotraficantes) y los que están alojados por delitos de lesa humanidad.
Reglamentación
El artículo 18 de la Constitución Nacional establece, entre otras cuestiones, que las cárceles de la Nación serán sanas y limpias, para seguridad y no para castigo de los reos detenidos en ellas.
El principal objetivo
La normativa tiene como eje principal que el interno “no tiene que estar ocioso y que esté de manera productiva”.
“La ociosidad de los internos conlleva al aumento ostensible de los índices de violencia y alteraciones al orden, a la vez que resulta funcional a una subcultura carcelaria vinculada al delito, contraria a la legalidad y a los fines de la reinserción social”, dice uno de los argumentos de la resolución.
Qué dice la resolución
La resolución publicada en el Boletín Oficial señala que “las personas privadas de la libertad no son víctimas sino victimarios de la sociedad en su conjunto”, y que el esfuerzo del Estado “debe estar orientado a que reparen el daño causado y adopten hábitos orientados al reconocimiento de su responsabilidad individual”.
Con la finalidad “de reparar el daño causado a la sociedad (…) es necesario que la totalidad de la población penitenciaria, en cualquier instancia de alojamiento que se encuentre, realice las actividades necesarias para el mantenimiento de los espacios propios y comunes”.