El periodista argentino Damián Pachter, que reside en Israel, realizó contundentes declaraciones respecto a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, afirmando que ella “ordenó la muerte del fiscal Alberto Nisman”, quien estaba al frente de la investigación del atentado contra la AMIA.
En una conversación con el programa Cristina sin vueltas, conducido por Cristina Pérez en Radio Rivadavia, Pachter se refirió a la reciente decisión de la Corte Suprema de Justicia de llevar a juicio oral a Fernández de Kirchner y otros acusados por la firma del memorándum con Irán, calificándolo como una “excelente noticia”.
“Si tenés a la SIDE rendida a tus pies y personajes leales, no creo que sea tan difícil ordenar algo así”, la dijo a Cristina Pérez el periodista que fue el primero en informar el deceso del fiscal. El periodista destacó que no siente miedo de regresar a Argentina, ya que lo único que lo unía emocionalmente al país era su madre, quien falleció en 2019.
Hipótesis sobre la muerte de Nisman
Pachter reveló que su hipótesis ha sido constante: “Cristina Kirchner ordenó el crimen de Nisman”. Aseguró que la denuncia del fiscal federal había movido todos los intereses del gobierno de ese momento y los había “puesto contra las cuerdas”. El periodista subrayó: “Si tenés a la SIDE rendida a tus pies y personajes leales, no creo que sea tan difícil ordenar algo así”.
Sobre su salida del país tras la muerte de Nisman el 18 de enero de 2015, Pachter narró: “Fui alertado por una fuente de que había un seguimiento alrededor mío de un agente de inteligencia”. Por ello, decidió mantenerse bajo perfil, evitando el transporte público y hablando en otros idiomas con familiares para no ser escuchado.
Recordó que “La Casa Rosada publicó los datos de mi vuelo mientras yo me escapaba” y que había adquirido un boleto de ida y vuelta a Uruguay y otro con destino final a Tel Aviv. Además, mencionó que “habían entrado a mi cuenta de Facebook y sacaron fotos mías en el Mossad junto a otros amigos”, lo que lo hizo sentir vulnerable. Sin embargo, opinó que “no era gente sofisticada, eran bastante idiotas”.