A raíz del reciente derrumbe del histórico Apart Hotel Dubrovnik en Villa Gesell, que lamentablemente cobró vidas humanas, surgieron múltiples cuestionamientos sobre las causas y responsabilidades.
Para abordar la importancia de cumplir con las normativas en obras de construcción, “La Última Rosca” de Radio Up 95.5 dialogó con el arquitecto Pablo Pachoud, quien subrayó que la intervención de profesionales capacitados y contar con todos los permisos es fundamental para evitar tragedias.
“La arquitectura, al igual que la medicina, es una actividad que debe estar regulada desde el momento de la preparación y los estudios”, explicó Pachoud, señalando que la intervención de arquitectos e ingenieros es esencial para minimizar riesgos en las construcciones. Según el arquitecto, los profesionales son formados y acreditados para asumir actividades de alta responsabilidad que involucran tanto la seguridad de bienes como la protección de vidas.
Respecto a las condiciones particulares de las obras en áreas costeras, Pachoud detalló que el clima y el entorno también influyen en la construcción, especialmente en zonas de playa. “La normativa constructiva de ese tipo de zonas es diferente a la que podemos llegar a tener en Misiones, lo mismo puede pasar en zonas sísmicas”, indicó. Este contexto exige el cumplimiento de normativas específicas que, en el caso de construcciones antiguas, como el hotel geselino, requieren un análisis técnico exhaustivo antes de cualquier intervención.
Pachoud también hizo hincapié en el desafío que representan las remodelaciones en edificios históricos o patrimoniales, que deben preservar la memoria del lugar y adaptarse a las técnicas modernas. “Cuando uno interviene en un edificio reconocido como patrimonio, muchas veces reconocido por la sociedad, y otras veces por normativa, debe considerarlo desde la memoria del pueblo, pero también desde el aspecto constructivo”, explicó, destacando el riesgo de agregar niveles o estructuras sobre antiguas edificaciones que no fueron diseñadas para soportar esas cargas.
Al referirse a la posibilidad de obras clandestinas, Pachoud fue claro: “No influye en nada trabajar de noche, pero habría que ver el motivo; quizá era una obra clandestina”, sugiriendo que la falta de permisos y controles es una de las causas que pueden contribuir a estos incidentes. En el caso de Villa Gesell, señaló que es crucial que se investigue si hubo fallas humanas, falta de profesionalismo o de control por parte de las autoridades.
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Por otra parte, se refirió a la seguridad de una construcción, la cual depende de cada etapa, desde el diseño y los materiales hasta el personal encargado de ejecutar la obra. Sin embargo, Pachoud advirtió que la construcción sigue siendo una actividad poco industrializada, donde intervienen muchas personas en distintas etapas, lo cual incrementa el margen de error.
“Intervienen muchas personas, desde la que trae el hormigón hasta la que controla el encofrado. Normativas y formas de buen construir sobran, si uno trabaja con gente capacitada”, dijo, haciendo énfasis en que la formación y el compromiso de todos los involucrados son fundamentales.
En tanto, Pachoud también se pronunció sobre el rol crucial que juegan los obreros y otros trabajadores de la construcción. A diferencia de épocas pasadas, cuando los oficios se transmitían de generación en generación, hoy en día muchas personas se suman a estos trabajos sin la capacitación adecuada. “Es un tema que debe trabajarse entre todos, desde la municipalidad que controla hasta las empresas que deberían capacitar a su personal”, subrayó.
Para evitar que tragedias como la de Villa Gesell se repitan, el arquitecto insistió en que es clave una regulación estricta y la colaboración de la ciudadanía para alertar sobre construcciones clandestinas o riesgosas: “La ciudadanía debe estar alerta a estas cuestiones. Detectar una obra clandestina, sobre todo con esta escala, es un ejercicio de protección para todos”.
