El veterano de Malvinas, Luis Cabral, atraviesa uno de los momentos más dolorosos de su vida. Su hijo, Guillermo Juan Cabral, sargento mecánico de aviación de 38 años, falleció el pasado 17 de abril en el Hospital Militar de Campo de Mayo como consecuencia de una presunta mala praxis. La familia inició acciones legales, buscando justicia y que se esclarezcan las circunstancias que rodearon la muerte de este joven militar, destacado por su impecable carrera y excelente estado de salud.
La odisea de Guillermo comenzó el sábado 12 de abril, en plena Semana Santa, cuando experimentó fiebre alta y dolor agudo en el costado derecho. Según relata su padre, Guillermo se dirigió al servicio de emergencias del hospital, donde, tras recibir un calmante, fue enviado de vuelta a su domicilio sin una evaluación exhaustiva. Los síntomas persistieron durante los días siguientes, y Guillermo realizó múltiples visitas al hospital sin que se le realizara un chequeo o estudio médico adecuado.
El punto de quiebre fue el día 16 de abril. Guillermo ingresó al hospital a las 9 de la mañana y permaneció sentado en una silla de ruedas hasta las 6 de la tarde, sin que nadie se interiorizara seriamente en su estado. Fue recién con la entrada de la segunda médica de la tarde que se activó el protocolo y se le realizaron los estudios pertinentes, revelando que padecía apendicitis. La decisión de operar fue inmediata.

La familia inició acciones legales por la muerte del joven
Sin embargo, durante la preparación para la cirugía, al momento de colocarle la sonda, Guillermo sufrió una crisis y entró en paro. Aunque inicialmente se atribuyó a problemas de asma que padecía desde niño, Luis Cabral enfatiza la falta de atención y diagnóstico oportuno durante los días previos. “Fue tres días de seguido sin ser, o sea, nunca le dieron la importancia”, subrayó el veterano, quien aseguró que a su hijo le administraron una “parvada de remedios” para gastritis e inflamaciones, pero nunca se le atendió correctamente para determinar la causa real de su dolor.
Tras el primer paro, Guillermo fue intubado y trasladado a terapia intensiva. A las 10 de la noche, sufrió un segundo paro cardíaco. A pesar de los intentos de reanimación, falleció a la medianoche. Luis Cabral mantuvo contacto telefónico con su hijo hasta las 7 de la tarde de ese día, confirmando que estaba consciente y a la espera de los estudios. La noticia de su fallecimiento no le fue comunicada oficialmente por el hospital. Se enteró por un compañero de Guillermo mientras viajaba de madrugada desde Posadas hacia Campo de Mayo, alertado por la preocupación de su amigo.

Presuntas falencias en la atención médica llevaron la muerte al hombre
La investigación de la familia ha desvelado graves irregularidades y falencias en la atención médica. Según Luis Cabral, hay certezas, a través de personas de confianza, de que uno de los médicos que debió atender a su hijo hoy se encuentra en la sección de psiquiatría por problemas de adicciones. Además, denuncia que el informe de la historia clínica no es completo, faltando datos cruciales como el nombre del anestesista o del médico que atendió a Guillermo entre las 9 y las 12 del día 16. La institución, sostiene Cabral, ha mostrado una clara intención de encubrir la situación, negándose a brindarle información completa y una explicación directa del director o subdirector del hospital.
La indignación de Luis Cabral no solo se centra en la tragedia personal, sino en un presunto patrón de “corrupción” y “falta de profesionalismo” dentro del Hospital Militar. “A mi hijo lo mataron ahí. Gente que no estaba preparada, no estaba capacitada para eso”, aseveró el veterano. Además, advirtió tener conocimiento de otros casos similares de mala praxis en el mismo nosocomio, mencionando un caso en el que a otra persona, también por una operación de apéndice, le perforaron la uretra y terminó falleciendo.

Para Luis Cabral, el fallo no fue de la institución militar en sí, a la que siempre defendió, sino de la “parte humana”, la “falta de interés” de los profesionales. “Hasta el día de la fecha nadie me llamó, así que el desinterés sigue igual. Tratan de cubrirse ellos”, lamentó.
Con el apoyo de un estudio jurídico en Buenos Aires, la familia Cabral ha iniciado una denuncia penal por mala praxis. Luis Cabral, con la fuerza que le da el dolor y el recuerdo de su hijo, ha prometido llegar “hasta la última consecuencia” para que se haga justicia y evitar que otras familias pasen por la misma tragedia. “Mi hijo me da la fuerza para pedir justicia por él”, concluye, con la voz cargada de emoción pero firme en su propósito.
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⚖️ Una madre denuncia que su hijo lleva 6 meses preso por una falsa acusación de secuestro en Posadas. Hay 18 testigos a su favor y ninguna prueba concreta, pero la causa sigue avanzando ⚠️ https://t.co/0ogamaUmA7 pic.twitter.com/KXlsjPvH01
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